domingo, 22 de noviembre de 2015

* CABALLEROS HOSPITALARIOS



Cierro la edición de SED VALIENTES con mi dominical artículo publicado en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano en la fe de Cristo Rey, Pepe Moreno Fraile.

Esta vez va dedicado a la Real y Benemérita Institución de los Caballeros Hospitalarios Españoles de San Juan Bautista a la que tengo el inmenso honor de pertenecer hace ya algunos años.

Cómo todo lo bueno que sucede en nuestra vida viene directamente de Dios aunque Él utilice los resortes necesarios y en este caso fue mi mujer Hetepheres Benítez Collantes a la que hoy públicamente le doy las gracias así como todos los que han confiado en mí y siguen haciéndolo.

Hoy abro literalmente el corazón para hablar de Caballeros Hospitalarios.

Jesús Rodríguez Arias






CABALLEROS HOSPITALARIOS



Cómo todo lo bueno que llega a uno mi incorporación a Caballeros Hospitalarios fue un regalo de Dios hecho por mi mujer. ¡Así de simple! Había terminado mi ciclo dentro del día a día de mi querida Hermandad de Afligidos y estaba en los inicios de “Sed Valientes”.

Hetepheres y yo somos un matrimonio que hablamos mucho de nuestros planes, ilusiones, afanes, problemas, lo que nos entristece y también apasiona. En muchas ocasiones le había dicho eso de “que cuando termine mi etapa en la Hermandad me ilusionaría pertenecer a la Benemérita Institución de los Caballeros Hospitalarios porque la misión primordial de esta es simple y llanamente la caridad cristiana.

Fue un día de Reyes de 2011 cuando me dijo que su “regalo” estaba en mi correo electrónico. No os podéis imaginar la ilusión que me hizo el abrir la documentación que debía presentar para mi incorporación a esta insigne Institución en el Capítulo de San Juan Bautista de junio de ese mismo año. ¡Sí, un auténtico regalo de Dios por medio de mi mujer!

Desde ese 18 de junio de 2011 en la que ingresaba como Caballero de la Real y Benemérita Institución de Caballeros Hospitalarios Españoles de San Juan Bautista me di cuenta de que nunca había conocido algo así. Después de una dilatada vida de participación activa en diversos movimientos eclesiales y pastorales, con especial mención al apostolado cofrade, comprobé en primera persona que en Caballeros Hospitalarios todos somos  Hermanos en la Caridad y como tal nos tratamos estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos.

Enfocar nuestra misión apostólica por medio de los más necesitados es vivir la pureza de la fe en el sentido más amplio, más absoluto que conozco. Nunca olvidemos que  la  Caridad Cristiana es simplemente Amor de Dios. Son los brazos del Señor para con sus hijos predilectos, los que no tienen nada, los desfavorecidos, marginados, los “mal vistos”, esos que hasta molestan de las calles y los quieren apartar de los centros históricos de cada ciudad porque son una “mala imagen” para los visitantes aunque al final los que están en el poder no hacen absolutamente nada para paliar sus necesidades, para reinsertarlos en una sociedad que bien se ha preocupado de desecharlos.

Y acompañar a los enfermos, ancianos, presos, abandonados por todos y también atender a nuestros hermanos hospitalarios que necesitan de cualquiera de nosotros. Es decir, llevar a la práctica en esta parte del siglo XXI que nos alumbra las Obras de Misericordia. Es hacer apostolado en la Caridad y en la Verdad que representa Jesús.

Os lo digo de verdad si de algo estoy orgulloso es de pertenecer a Caballeros Hospitalarios porque en esta insigne institución Dios me ha ofrecido el poder conocer el verdadero sentido de ser hermanos en una misma fe y unidos por la Caridad del Señor.

Muchos se distraen en lo solemne de nuestros Capítulos, la uniformidad propia de este tipo de instituciones, la vistosidad cuando asistimos a algún acto o procesión. Es decir, lo que lo rodea, y no alcanzan a pensar lo que verdaderamente se “cuece” en el día a día y que se ve con solo franquear la puerta de nuestra Sede en la gaditana calle Benjumeda, 11. Si vas por la tarde también podrás comprobar la mirada de muchos esperando entrar en nuestro albergue donde se le ofrece techo, comida, higiene, agua caliente, cariño y una mano amiga que no es nuestra sino la de Cristo que se vale de nosotros para que sientan lo que es el Amor que desprende de su Corazón.

Por eso cuando nuestro Presidente, el Excmo. Sr. D. Manuel Navarro, me hizo la propuesta de acompañarlo en esta nueva andadura, que se inició el pasado jueves 12 de noviembre, como Vicepresidente de esta Real y Benemérita Institución de Caballeros Hospitalarios Españoles de San Juan Bautista no pude negarme y os confieso que me ha costado el aceptar aunque las razones y sobre todo las horas ante el Sagrario me hicieron decir con mi alma abierta a Dios: ¡Qué se haga en mí según Tu Voluntad!

Acepto esta nueva misión, esta nueva encomienda, con gratitud hacia quienes han confiado en este humilde, inútil e insignificante trabajador de las mies del Señor, con mucha ilusión, ganas y esperanza de poder seguir entregando a cada instante mi ser para anunciar el sitio al que pertenecemos y que no es otro que el Reino de los Cielos y no perdiendo de vista que somos tan solo servidores del Señor, de la Santa Madre Iglesia y nuestros hermanos, de nuestro prójimo que son los más desfavorecidos y también todos vosotros.

Que Cristo, Su Madre siempre Inmaculada y San Juan Bautista os bendigan y también nos ayuden en nuestra encomienda junto a un fraternal abrazo.


Jesús Rodríguez Arias

1 comentario:

  1. ¡Oportet autem illum regnare..! Sí, es necesario que Jesucristo reine. Hoy no podemos apartar los ojos de nuestro Mesías, nuestro Redentor. Como Rey nos trae un proyecto de vida muy claro: Él quiere que su Comunidad sea semilla o fermento de un mundo donde reinen la verdad, la justicia, la vida, el amor y la paz. Este "Reino" nos lo regala al tiempo que nos invita a vivir según su santidad.Y tú, Jesús , ya lo has instaurado en tu corazón cuando has aceptado esa misión fraterna y solidaria inspirada en los valores evangélicos de la esperanza y de la futura bienaventuranza que el propio Cristo ha vivido. Te animo a que hagas cuanto puedas por esas personas desfavorecidas que acuden a vuestro Centro y en cada una de ellas,trata de encontrar a Dios.Un abrazo con mi felicitación. MªJosé.

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