ENTREVISTA al sacerdote misionero Torquato Paolucci. 'Hoy el problema es la corrupción'

Roma,  (ZENIT.orgSergio Mora | 155 hits

El papa Francisco llega hoy viernes a Uganda en donde permanecerá hasta el domingo 29. Será el segundo país de África que visita en este viaje apostólico iniciado el pasado miércoles 25 en Kenia y que concluye el lunes 30 en República Centroafricana.
El sacerdote Torquato Paolucci, misionero comboniano, italiano de Urbania, trabajó desde 1972 hasta 2010 en Uganda. Entrevistado por ZENIT, indicó algunos particulares que nos ayudarán a entender mejor el viaje del papa Francisco en este país y que compartimos con nuestros lectores.
¿Cuál es hoy el principal problema de Uganda?
-- Padre Torquato: Es la lucha contra la corrupción. Este gobierno al inicio realizó muchas cosas incluso buenas, pero después pensó solamente a enriquecerse. Por lo tanto hay una clase muy rica mientras la mayoría de la gente es pobre.

¿Respecto al pasado cuál es la situación actual?
-- Padre Torquato: Se ha registrado un progreso general, más calles, más libertad. Este gobierno ha hecho mucho respecto al pasado, pero el grupo dirigente es como una mafia y por lo tanto todo es manipulado. También las elecciones que se realizaron cuando estuve hace algunos años atrás. Giraba dinero, urnas llenas de votos habían desaparecido. Hay mucha corrupción. Piensan solamente en realizar negocios importantes y que no los pillen. En febrero próximo habrá elecciones políticas y muchos temen que se repita la farsa de las otras veces.

¿Cuál cree que es la salida para esta situación y cómo puede influir la visita apostólica?
-- Padre Torquato: El tema principal es el de lograr más honestidad, más atención hacia los pobres y los enfermos. La gente está muy contenta de este encuentro que va a tener con el papa Francisco, que viene a celebrar los 50 años de la canonización de los mártires de Uganda.

Estos 22 mártires, ¿qué mensaje dan?
-- Padre Torquato: Ellos se convirtieron al catolicismo gracias a los misioneros de África del cardenal Charles Lavigerie, los Padres Blancos. Y fueron asesinados entre 1885 y 1887, por ser cristianos. Los mártires de Uganda eran todos laicos y los laicos están muy comprometidos con asociaciones e iniciativas católicas.

¿Cuántos son los católicos en el país?
-- Padre Torquato: Uno 45 por ciento de la población es católica, el 25 por ciento protestante y un 10 por ciento es musulmán, el resto son animistas y de otros credos.

¿Y el diálogo interreligioso funciona?
-- Padre Torquato: En el pasado, en la relación entre católicos y protestantes hubo una gran tensión. Además porque en la política los protestantes tenían el apoyo de Inglaterra y han intentado marginar a los católicos siempre. Pero como estos últimos eran la gran mayoría, llegó un punto en el que no lograron hacerlo. Después, con el paso de los años se inició un proceso de mayor colaboración en el campo social. No tanto desde el punto de vista doctrinario, pero sí se registraron algunos encuentros. La convivencia en la mayor parte de Uganda es buena y hay colaboración, aunque en algunas zonas permanezcan las tensiones del pasado.

¿Con los musulmanes cuál es la situación?
-- Padre Torquato: Ellos se encuentran principalmente en las ciudades y en el comercio. Con los musulmanes no he encontrado tensiones en los años que trabajé allí. Había una buena relación y con ellos hemos realizado juntos muchos trabajos. También hemos puesto nuestros hospitales y escuelas a su disposición. Y en algunas ocasiones he ayudado a algunos jóvenes musulmanes a ir a la escuela e incluso al colegio, porque no iban. Existía una relación discreta, hablo de hace cinco años. No sé si hoy existirán infiltraciones de los fundamentalistas.

¿Me puede contar en dos palabras el trabajo de los Combonianos en Uganda?
-- Padre Torquato: Los combonianos llegaron a Uganda en 1910, y trabajaron especialmente en el norte del país, hacia la frontera con Sudán. Hacia el sur, sin embargo, con los Padres Blancos. Para llegar al corazón de la gente hemos realizado muchas obras sociales. La gran mayoría de las escuelas nacen de la obra de la Iglesia. También la sanidad deriva del trabajo de los combonianos. Todavía hoy el 65 por ciento de las estructuras médicas están a cargo de la Iglesia, gracias a voluntarios. Así, al dar testimonio con la caridad de Jesús, muchos han visto en la caridad cristiana el mensaje de esperanza y de salvación.
En ese último período, cuando fueron las guerras con fondo tribal por el poder, más de 20 años de guerra, destrucción y masacres, los misioneros combonianos fueron los únicos blancos que se quedaron en el territorio, a pesar de que 13 de ellos fueron asesinados. Esto ha ayudado a la gente a creer más en Jesús. No se sintieron abandonados y nos hemos vuelto signo de esperanza para muchos.
Hoy la Iglesia en Uganda tiene mucha vitalidad y vocaciones, al punto que casi todas nuestras estructuras las hemos entregado a las Iglesias locales, y por lo tanto, nos vamos retirando de este país. Un poco porque estamos más viejos y otro poco porque Uganda no necesita misioneros, porque tienen suficiente personal para hacer el trabajo de la Iglesia y para ir como misioneros en otros países. Actualmente en este país se encuentran 130 misioneros combonianos.