jueves, 26 de noviembre de 2015

ÚNICO OBISPO DE NEPAL HABLA SOBRE SITUACIÓN ACTUAL DEL PAÍS

Ayuda a la Iglesia Necesitada


 



Mons. Paul Simick cuenta a Ayuda a la Iglesia Necesitada cómo es la vida tras los terremotos que asolaron el país del Himalaya y las tensiones con India

AIN.- Mons. Paul Simick, Vicario Apostólico de Nepal, cuenta a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada cuál es la situación del país y las recientes tensiones con India. "La situación de Nepal en estos momentos es bastante aterradora tras el cierre de los principales pasos fronterizos entre Nepal e India que continúa por tercer mes", asegura el prelado. Esta situación, como denuncia el obispo, está provocando la escasez de bienes de primera necesidad como medicinas, equipo médico, así como combustible. En Katmandú, la capital nepalesa, la gente hace cola para conseguir gasolina y muchos comercios han cerrado. 

Leña para calentar las casas

En algunos puntos de la ciudad, el Gobierno ha comenzado a vender leña para sustituir al gas. Se ve circular a muy pocos vehículos privados y los autobuses, tanto urbanos como de largo recorrido, están abarrotados; las personas se ven obligadas a viajar incluso sobre el techo. Los taxis han multiplicado sus tasas por tres o incluso por cuatro respecto del precio normal. Esta crisis afecta también en gran medida a las escuelas y las universidades. 

Cierre de escuelas

Ya han comenzado a cerrar las primeras escuelas en el valle de Katmandú porque las autoridades escolares no están en condiciones de proporcionar combustible para los autobuses escolares. Muchos de los alumnos estaban ya acudiendo a centros temporales de enseñanza. Más de 16.000 escuelas públicas y privadas han quedado destruidas y otras miles han sido dañadas por el terremoto. Las escuelas y universidades del sur del país llevan ya cerradas más de 100 días.

Causas del cierra de fronteras

Este problema comenzó después de la promulgación de la Nueva Constitución de Nepal el 20 de septiembre de 2015; la minoría étnica Madhesi, que vive en el valle de Tarai, al sur, expresó su insatisfacción con su representación política prevista en la nueva constitución. Desde entonces, las tensiones y la violencia se han extendido por las áreas fronterizas entre Nepal e India. Más de 50 personas han perdido la vida y miles han resultado heridas. "Pienso que es otro desastre más", asegura el prelado, "después del doble terremoto que se cobró más de 9.000 víctimas".

La situación empeora de día en día y no se ve solución al problema. Nepal e India se atribuyen la culpa mutuamente. Los políticos nepaleses acusan a India del «bloqueo extraoficial», mientras que Nueva Delhi lo niega categóricamente y urge a Nepal a que adapte la constitución recientemente promulgada a las exigencias de la minoría Madhesi.

El problema repercute sobre la vida de los nepaleses no solo desde el punto de vista político, sino también social. Las víctimas del grave terremoto de abril se ven fuertemente afectadas por el cierre de la frontera. No les llegan ni alimentos de primera necesidad ni materiales de construcción, que se precisan urgentemente para construir alojamientos; en parte siguen viviendo en campos de refugiados. Además ya ha comenzado el invierno y precisan vestimenta de abrigo y mantas porque las áreas más afectadas por el terremoto se encuentran situadas en distritos extremadamente fríos en invierno.

Paralización de las ayudas

El cierre de la frontera ha afectado además considerablemente a la labor de ayuda contra los efectos del terremoto y de reconstrucción. La mayor parte de los materiales de construcción como cemento, chapa de cinc y barras de hierro se importan de India. A través de su obra social Cáritas de Nepal, la Iglesia católica ha desarrollado su labor desde el primer día en las regiones más afectadas por la catástrofe natural. 

Cáritas de Nepal y la federación internacional de Cáritas estaban preparadas para comenzar la reconstrucción y rehabilitación después del monzón, pero desgraciadamente no se han podido a llevar a cabo los trabajos del modo previsto. "Debido a la falta de movilidad no estamos en condiciones ni siquiera de llegar a los lugares afectados para distribuir vestimenta y mantas." Mons. Simick denuncia que los camiones paara el reparto de ayuda no tienen combustible "Muchas de nuestras congregaciones religiosas, así como organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales se topan con fuertes dificultades para continuar sus esfuerzos de reconstrucción en varias áreas afectadas por el terremoto." El obispo lamenta que aun muchas personas viven en tiendas de campaña y no les llega la ayuda prometida. 

Además de los trabajos de reconstrucción y rehabilitación, la Iglesia católica organiza también ayuda psicológica para niños y adultos. Están traumatizados. Incluso hoy mismo, justo antes de nuestra conversación, se ha producido un terremoto secundario de grado 5,3. Las personas están deprimidas, los niños necesitan curación. Esta ayuda psicológica es, por tanto, muy importante. Por ello, la Iglesia intenta proporcionar apoyo psicológico y espiritual. "Estamos muy agradecidos por la gran ayuda que hemos recibido de muchas personas de muy diferentes países. Pero seguimos precisando ayuda de todos los modos que sean posible". El obispo de Nepal pide "también necesitamos su apoyo espiritual. Por favor, recen por Nepal y por las personas de este país."

Lo que me ha sorprendido a Mons. Simick es que tras tres meses del cierre de fronteras nadie haya realizado grandes protestas "La gente parece aceptar su destino", finaliza el obispo.

Ayuda a la Iglesia que Necesitada envió en abril a Nepal, tras la emergencia provocada por los terremotos, una ayuda de 20.000 euros. En 2014 el apoyo de la fundación a la labor de la Iglesia en el país ascendió a 42.000 euros.

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