La Bazán vista desde una embarcación.
(24). Esta vista de la Factoría de la Bazán no fue publicada en el capítulo correspondiente -Capítulo (II)- aunque una muy similar si ha sido colocada en su lugar y en sustitución de la que se publicó en su día, que posteriormente se retiró después de su publicación. (Capítulo III).
Botadura de una nave.
(25). Otra vista de los Astilleros de la Empresa Nacional Bazán (ahora Navantia) en el momento de la botadura o de la prueba de un buque allí construido o reparado. (Capítulo III).
El sustituto del tranvía; el Trolebús.
(26). Con la aparición de los trolebuses y los autobuses, los tranvías fueron poco a poco desapareciendo. Y estos hicieron los mismos servicios entre Cádiz y San Fernando de los tranvías, pero de manera más rápida, cómoda y más fluida. (Capítulo III).
El autobús de dos pisos. Otro sustituto.
(27). También surgieron los autobuses de dos pisos que fueron las delicias de los más jóvenes, que igualmente hicieron los servicios de la ruta de Cádiz a San Fernando y viceversa. (Capítulo III).
Antigua Estación de Ferrocarril de San Fernando.
(28). Vista de la antigua Estación de Ferrocarril de San Fernando con dos vías y dos andenes. Estación que tuvo en su época un gran movimiento de mercancías y pasajeros que iban y venían debido a los cuarteles militares que existían. La citada Estación estaba situada próxima a la zona de cuarteles y dependencias militares de la población de San Carlos y prácticamente delimitaba esta población militar con la parte civil a partir del Paseo del General Lobo o de la Glorieta como popularmente se la conocía. La citada Estación hoy está convertida en un Apeadero. (Capítulo III).
La nueva Estación de San Fernando-Bahía Sur.
(29). Imagen de la entrada principal de la nueva y moderna Estación de Ferrocarril San Fernando Bahía Sur, que sustituyó a la antigua que aparece en la foto anterior, que pasó a convertirse como ya se ha descrito en un Apeadero como lo conocemos hoy, por cierto con bastante movimiento. (Capítulo III).
Nada que ver con el antiguo.
(30). El Nuevo Hospital Naval de San Carlos que sustituyó al primitivo y viejo Hospital, que estaba pegado justo al Panteón de Marinos Ilustres y a su vez a la Escuela de Suboficiales en la Población de San Carlos. El futuro del citado Hospital se debate mientras la realidad se impone para que la Ciudad de San Fernando, dado el número de habitantes que ya posee, tenga peso y razón suficiente para disponer de su propio Hospital con todas sus garantías. Pero hasta el momento, se debate pero nada hay en concreto con la necesidad que se tiene para atender a una población de 100.000. Habitantes. (Capítulo III).
Fachada del antiguo Hospital de San Carlos.
(31). El viejo Hospital de San Carlos que fue sustituido por el de la foto anterior donde comparativamente se evidencia la gran y abismal diferencia entre ambos edificios. Las ventanas correlativas que aparecen en el primer termino de la fotografía hasta llegar a la entrada del citado hospital, correspondía a la Comunidad de las Monjas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, Santa Luisa de Marillac, instaladas en el mismo. (Capítulo III).
(32). Sitio donde por fin últimamente se ha situado la Estatua al célebre cantaor José Monge Cruz, Camarón de la Isla. Y al fondo el Dispensario Municipal Almirante Laulhé. Y si hay que citar como se suele decir -que no hay quinto malo- en esta ocasión habría que decirle a Camarón que -no hay séptimo malo- porque él mismo, fue precisamente el penúltimo de sus ocho hermanos.
Su padre se llamaba Luis, gitano y herrero de profesión y su Madre se llamaba Juana y Canastera como no podía ser de otra manera. Su padre falleció cuando Camarón era muy niño todavía y empezaba a vislumbrarse ya cómo iba a destacar -y de qué manera- con su prodigioso cante que desarrolló entre güichis, tabernas, tranvías y en la Venta de Vargas (Capítulo IV).
Vista de la conocida y célebre Venta de Vargas.
(33). Vista de la mítica y célebre Venta de Vargas, seña de identidad de La Isla. Famosa y conocida no sólo por su rica gastronomía, destacando de ella, aparte de sus pescados de esteros y sus ricos mariscos. Ah! y las papas aliñás, las tortillitas de camarones (sin camarones, es decir pocos) y la berza de un día para otro. Sino célebre también como sitio de encuentros de grandes reuniones de todo tipo y condición. Y eso sí, cuna quizás del cante flamenco como también fue la de Camarón. Y de tantos otros e incontables espectáculos flamencos y otras juergas flamencas más íntimas. (Capítulo IV).
Vista de un comedor interior de dicha Venta.
(34). Interior del patio y comedor de la Venta de Vargas. Al fondo a la izquierda se observa la imagen del genio. Camarón de La Isla. (Capítulo IV).
El famoso Castillo de San Romualdo.
(35). El Ribat o Castillo de San Romualdo con su fachada originaria de piedra ostionera en vía de rehabilitación. (Capítulo IV).
(36). El mismo Castillo (sin ser el mismo) ahora resanado y encalado cubriéndole la piedra ostionera con la que fue construido. Hoy a escaso tiempo de su rehabilitación sin acabar en su total plenitud, ya se observa los síntomas propios de las humedades y del deterioro de su fachada. (Capítulo IV).
Otro cantaor nuestro, El Chato de la Isla.
(37). Otro buen cantaor que vio la luz en esta bendita tierra -El Chato de La Isla- José Llerena Ramos, que nació en las célebres “callejuelas” concretamente en la Calle Carmen nº 29. Emigró a Madrid y se estableció en Fuenlabrada donde falleció el 5 de Agosto de 2006. Se distinguió aparte de su cante por su alegría, amabilidad y buen carácter. El Ayuntamiento le concedió día de luto y el título de Hijo Predilecto. (Capítulo V).
Otra cantaora genial y nuestra, Niña Pastori.
(38). La Niña Pastori, María Rosa García García. Otra joven representante de nuestra Isla flamenca con mucha sintonía en su cante imitando a Camarón con la distancia y el respeto, que supone imitar “al Genio” pero con todo su amor y cariño, puesto en su espíritu, en su alma, en su voz y en su cuerpo ¡Niña Pastori! (Capítulo V).
Dos esquinas famosas por sus establecimientos.
(39). Vista de la calle Almirante Cervera al fondo y en cada esquina dos emblemáticos establecimientos de la localidad, el de la izquierda, el famoso freidor de pescaíto frito “El Deán” que existe todavía. Y a la derecha el restaurante La Primera de Isla (cerrado) y en la actualidad convertido en archivo municipal, pero cerrado al público. Uno de los -Minis Ayuntamientos- que circundan distribuidos por la Ciudad. (Capítulo V).
Edificio histórico por su cometido en el asedio francés.
(40). Edificio de la Casa nº 26 de la Calle Real, que pertenece a la familia de Cano Trigo. Declarado Edificio BIC (Bien de Interés cultural), porque en él se instaló el Estado Mayor Inglés, durante el asedió de las tropas francesas que pretendieron conquistar la Ciudad sin conseguirlo. También fue refugio del Santísimo Sacramento durante la contienda nacional. La foto publicada en el Capítulo VI de la Calle Real en 16 Capítulos, es la misma, pero corresponde más a la parte ocupada por el restaurante Casa Barón. (Capítulo VI).
El Callejón de la Sacristía o de la funeraria.
(41). El Callejón izquierdo de la Iglesia Mayor entre la esquina de la tienda de la Sacristía y la propia Iglesia, rotulado con el nombre de Soldado de Infantería de Marina Pérez Murga. Y posteriormente con el de Capataz Nicolás Carrillo. En dicho Callejón estuvo instalada una funeraria conocida como la de Juan Ruiz. Por eso el citado callejón se conocía también popularmente como el Callejón de los muertos. (Capítulo VI).


La Sacristía, la Iglesia Mayor y edificio anterior a telefónica.
(42). En esta fotografía de la Iglesia Mayor (nuestra particular Catedral) se aprecia, la tienda de la Sacristía y su piso alto a la izquierda tal cual. Y a la derecha el edificio donde hoy se encuentra la Telefónica y en él se puede apreciar las tres plantas, que después desaparecieron; quedándose en dos cuando se sustituyó y quedó como hoy lo conocemos. (Capítulo VI).


Jesús Nazareno ¡El Señor de la Isla!
(43). Es imposible pasar por delante de la Iglesia Mayor y no entrar o recordar al -Señor de La Isla- Nuestro Padre Jesús Nazareno, Imagen muy venerada junto a Medinaceli, Columna, Soledad, Servitas, Rosario o San José que nos esperan siempre, aunque algunos no nos lo creamos. (Capítulo VI).
Edificio que fue Casino y Frente de Juventudes
(44). El edificio del Frente de Juventudes que después se transformó en el Edificio que figura en la foto que le sigue, pero antes había sido Casino de San Fernando. En él, gran parte de la juventud isleña aprendió a jugar al pin–pon, al futbolín, a las damas, al billar y a otros tantos juegos de mesa. Así como a disfrutar de las primeras películas que entonces se emitían y la chiquillería lo conocía popularmente como el ‘cine pucherito’ porque en el mismo local se distribuían comidas, especialmente pucheros. Esta foto también se introdujo entre las publicadas, pero en aquella ocasión se refería mayormente a la presencia de un trolebús, aunque de paso se argumentara algo parecido de lo que aquí también se ha descrito. (Capítulo VI).


El Hotel Salymar hoy convertido en hotel de la cadena AC.
(45). El Hotel Salymar hoy AC, una construcción simple y desafortunada distorsionando con el resto de los variados estilos que de por sí tiene la Plaza de la Iglesia en el mismo centro neurálgico, que es el corazón de la Ciudad. Y en donde más se aprecia esta diversidad de estilos y construcciones desacertadas. Sólo en esta Plaza se contabiliza y se contemplan hasta cinco estilos diferentes y correlativos o próximos unos de otros. (Capítulo VI).
El que fuera ‘emblemático’ Cine Almirante.
(46). Otra construcción como la anterior distorsionante exteriormente e interiormente extrema, aunque dicen que es emblemática. El término distorsionante es constante y manifiesto. Y como Centro de Congreso: extremo. Tiene una sala muy amplia de dos cómodos accesos laterales, aunque con asientos muy juntos y justos. Y otras más pequeñas, incomodas de un sólo acceso lateral con butacas pegadas sobre la pared, lo que supone aparte de la incomodidad señalada para ocupar esos sitios. Un riesgo evidente en caso de emergencia. Y sin embargo adolece de una sala intermedia, que hubiese sido ideal y muy conveniente. No obstante hoy se ha convertido en el lugar por excelencia para todo tipo de actos culturales y recreativos. (Capítulo VI).
José María Vieytes Beira. San Fernando a 24 de noviembre de 2015.
(Continuará)
Nota: Las fotografías que ilustran este artículo están recogidas de internet por el autor.
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