Permitidme que esta noche las palabras no completen este espacio, permitidme que hoy no exprese la aflicción, la tristeza, el desconsuelo del abandono del ser querido sino que por medio de una oración salida de mi alma pueda ser bálsamo para tantos corazones rotos y anegados de lágrimas de dolor por la irreparable marcha de Ana Barragán.
Esta noche en la que todo es negrura, cansado agotamiento y hasta cierta desesperanza quiero elevar esta particular oración a la Santísima Virgen del Rosario.
Dios te Salve Maria, Llena de Gracia y del Rosario
que sepamos entender los mandatos de Tu Divino Hijo,
que entendamos lo que Él quiere para nuestras vidas,
que comprendamos Sus Decisiones por más dolorosas que nos puedan parecer.
Dios te Salve Reina y Madre de Villaluenga,
que acompañas a todos tus hijos en todo momento y circunstancias,
que sabes de sus sufrimientos, dudas, desesperanzas,
que comprendes el dolor pues lo padeciste con tu Divino Hijo Jesús.
Dios te Salve Rosario,
que eres salvoconducto eterno para llegar al Cielo,
que cogido de Tus Manos alcanzamos la Gloria aquí en la Tierra,
que amas a los que te aman e incluso a los que no conocen Tu Amor.
Dios te Salve Madre,
dale descanso eterno a nuestra hermana Ana que ya está contigo en el Celestial Firmamento,
dale consuelo a Diego, su marido, a sus hijos y nietos para que sepan aceptar este inmenso dolor,
dale fortaleza a toda su Familia, sus amigos a este bendito pueblo de Villaluenga del Rosario,
para que sepamos alcanzar y comprender que la muerte no es el final sino la puerta de Entrada a la Gracia de la Resurreción donde la Vida es plena y eterna.
Dios te Salve Patrona Predilecta de Villaluenga del Rosario,
protegenos a estos benditos hijos de todo mal y que con tu Privilegiada Intercesión,
hagamos de nuestra vida un continuo servir a los demás y un remanso donde alcancemos la Paz.
Ruega por la Familia Franco-Barragán y por todos los que lo queremos para por medio de Tu Amor alcanzar la inmensidad de sentirnos siempre hijos tuyos para mayor Gloria de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
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