EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios." (Oficio de Lecturas). A dos cuestiones nos invita San Pablo. Por un lado, no sólo a ser servidor, sino a ser servidores "visibles", pero (y sin perder de vista que debemos ser testigos) poniendo ojo en no caer en la tentación del protagonismo, cosa muy fácil, por cierto. La segunda cuestión nos invita a ser administradores y, aquí, andamos un poco despistados, porque no todo es lo que hace el sacerdote, como ministro ordenado, sino que debemos ejercer, por el bautismo, nuestro ministerio común. Pero, ¿sabemos lo que implica? ¿conocemos nuestra misión? En esto hace falta mucha oración y mucha formación. Por lo tanto debemos dejar la "pereza" para orar, hacer un esfuerzo para "encontrarnos" con la Palabra y descubrir la riqueza del magisterio de la Iglesia. Pues que el Señor nos siga "animando" en todo este ministerio. Santa María de Caná, ruega por nosotros. Un epílogo, de San Pablo, que nos animará: "ser morada de Dios, por el Espíritu."
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