lunes, 24 de septiembre de 2018

INDULTO A BULTO; POR ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ



Teresa Cunillera, delegada del Gobierno de Sánchez en Cataluña, ha hablado a favor de indultar a los golpistas. A las pocas horas se ha desdicho, que es el método de trabajo del Gobierno. Pero ahí queda la cosa, el runrún, la sugerencia… Y no va sola. A Borrell, ministro de sustos exteriores, tampoco le gusta que los golpistas estén en prisión y Carmen Calvo insiste en que habrá que soltarlos, si la sentencia se hace esperar. No nos pueden extrañar estos movimientos, tics nerviosos de quienes están apoyados en su Gobierno por los mismos golpistas. Es pura lógica partidista, simple aritmética del conchaveo.

Aquí somos partidarios de cosas tan extravagantes como la ley para todos, de la irretroactividad de la ley penal, de la independencia judicial y de todo cuanto se resume en el Estado de Derecho. Sí, pero somos también buenos perdedores. Si van a cambiar las reglas de juego a mitad del partido, hagamos juego.

Quiero el mismo trato que un golpista catalán. ¿Me indultarán sobre la marcha?

Yo también siento (y cada vez más) deseos irrefrenables de hacer una declaración unilateral de independencia. No una república independiente de mi casa, sino un señorío soberano. El argumento de la balanza fiscal, en nuestro caso, tiene bastante peso. España no nos ha robado, porque España nos lo ha dado todo, pero el socialismo (de todos los partidos) nos tiene fritos a impuestos directos, indirectos y duplicados, como cuando pagamos por lo privado servicios públicos que no usamos. Un plebiscito de autodeterminación en mi casa nos daría mayoría absoluta. En lo de la raza, nadie dudará que tenemos la misma sangre. No gritamos "Els carrers seran sempre nostres", pero el pasillo y el hall de la entrada, sin duda, lo son.

Quien dice el señorío soberano de nuestra casa, dice la autonomía de nuestra calle, la independencia de nuestra urbanización, el cantón de nuestro pueblo o la rebelión de nuestra provincia. O la liberación de nuestros horarios de trabajo. O la revolución contra la tiranía de las normas de tráfico. O la lucha de clases contra el escalafón administrativo. Entonemos el IBI sunt? de no pagar más impuestos locales, etc.

El camino del Gobierno de Sánchez de aplicar o no aplicar la ley según conveniencias y oportunismos políticos acaba directamente en el desprestigio del Derecho y del Estado. Juegan con fuego. O fuegan con juego, que a ellos les da igual ocho que ochenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario