Cuando en días pasado tuve conocimiento por los medios de comunicación que el vía crucis diocesano que estaba previsto celebrarse el próximo 30 de junio tenía que cambiar de fecha ya que ese preciso día el gobierno municipal de Cádiz había organizado un concierto de Manolo García en el Muelle y que ahora los miembros que trabajan en esta comisión del Obispado tendrían que buscar otra que cuente con el respaldo del alcalde me pareció que debía dejar todo y escribir lo que pensaba del asunto porque en esto como todo en la vida al final se cumple eso del "quien calla, otorga".
Pues bueno os dejo con el artículo que hoy domingo se ha publicado en mi semanal tribuna de Información San Fernando en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile.
Os dejo con "EL CONCIERTO..."
Jesús Rodríguez Arias
EL
CONCIERTO
El vía crucis que se tenía
previsto celebrar en la Ciudad de Cádiz el 30 de junio del próximo año con
motivo del 750 aniversario de nuestra diócesis como tal tiene que modificar la
fecha pues ese mismo día el muelle de la Trimilenaria va a acoger un concierto
del conocido cantante español Manolo García. ¡Que ya es casualidad!
Los miembros de la comisión
organizadora del magno Vía Crucis donde participaran misterios pasionales de distintas
cofradías diocesanas, entre ellas dos isleñas como Afligidos y Oración en el
Huerto, habían anunciado con mucho tiempo de antelación la celebración de este
importante acontecimiento que seguro congrega de nuevo a decenas de miles de
personas que vendrán de todos los puntos de Andalucía e incluso España para
admirar y contemplar este único evento que potencia el valor que tiene en
nuestras creencias así como en nuestra raíces la religiosidad popular.
Pues bien esta inicial fecha
apuntada por muchos en su particular agenda se ha ido al traste debido a la “contraprogramación”
de un concierto con una primera figura de la canción que se ha organizado aun
sabiendo que ese día era el día del Vía Crucis.
Esto, la verdad, da que pensar
y mucho pues estas cosas suelen suceder cuando los que gobiernan la localidad en
concreto son de radicales ideas y en su inmensa mayoría muy contrarios a todo
lo que pueda venir de mano de la Iglesia y la actitud del alcalde de Cádiz
precisamente no es la excepción que confirma la regla.
Desde que llegara al gobierno,
pese a no ganar las pasadas elecciones, con los apoyos que tuvieron en su
momento han ido suprimiendo la asistencia tanto del regidor como de los
miembros del equipo de gobierno municipal en todos los actos de cultos internos
como externos que se han ido celebrando. Son claros defensores de la separación
Iglesia-Estado aunque no se dan cuenta que ellos también representan a miles de
gaditanos católicos y creyentes que son ninguneados por el deprecio público y
notorio de sus representantes municipales.
La verdad es que estos
gobiernos de la izquierda radical no entienden que la devoción a una imagen de
Cristo o de María que recibe culto en una Iglesia y que cuando salen a la calle
son los exponentes que llenan de contenido lo que es la religiosidad popular
que es lo mismo que decir la Fe de un pueblo. Esta forma de ver y entender la
Fe no entiende de política, situación social o lo que sea pues eso solo se
puede entender observando esa mirada que tantos dirigen a Jesús o a María desde
la acera de la calle o sentado en ese banco perdido de la vista de todos.
Pero si estos munícipes
gobiernan como lo hacen la culpa en verdad no la tienen tanto ellos pues bien
se sabía como iban a gestionar sino los que entonces los apoyaron para quitar
de la alcaldía a Teófila Martínez más que al partido que ella representaba. A
esos es a los que hay que pedir cuentas y no tanto al alcalde y su séquito que
están llevando a cabo lo que bien se sabía harían a fin de cuentas.
Todo regidor, todo equipo de
gobierno, toda Corporación Municipal apoyaría sin fisuras, sean creyentes o no,
la realización de un acontecimiento de las características del Vía Crucis Magno
que se proyecta realizar en Cádiz en fechas ahora por determinar pues aparte de
lo eminentemente religioso es un potencial reclamo turístico donde la propia
economía de la ciudad se ve generosamente inflada debido a la cantidad de
personas que suele congregar un acto con estas particularidades.
¿Cuantos hosteleros, tiendas,
comercios, hoteles, tendrían apuntada la fecha del 30 de junio en Cádiz y que
ahora tendrán que reorganizarse debido al cambio de fecha?
Espero y deseo que la reunión
prevista con el Sr. González como alcalde de la Ciudad de Cádiz y los miembros
de la Comisión que organiza el vía crucis diocesano llegue a buen puerto y se pueda
fijar una fecha concreta e inamovible pues este acto de piedad popular ha
generado muchos sueños, muchas ilusiones, muchas horas de trabajo entre las
Hermandades que participan en él así como los que colaboran con el Obispado de
Cádiz y Ceuta para que se haga una feliz realidad.
Aunque conociendo un poco el
“percal” municipal que rige Cádiz todo se puede esperar…
Jesús Rodríguez Arias
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