lunes, 20 de octubre de 2014

* CAMINAR HACIENDO CAMINO.

A la vera del camino.

El camino es tan largo o tan corto como podamos imaginar nosotros mismos. La extensión, la belleza, la placidez o dureza de este no lo conocemos nosotros porque esas cuestiones se nos escapan a nuestras limitadas entendederas porque esa materia le corresponde solamente a Dios.

Lo que si tenemos que hacer nosotros es encauzar las situaciones que nos vayamos encontrando y hacerlo con sabiduría. ¿De qué me sirven las fuerzas si estas a la larga o a la corta se pierden?

Cómo uno ya va teniendo sus añitos y empieza a tener memoria histórica un amigo al que yo veía muy mayor, tendría la edad que ahora atesoro, cuando yo apenas rozaba los dieciocho me repetía en más de una ocasión: "Cuando uno es joven las cosas se creen conseguir con la fuerza y cuando es mayor sabes que se consiguen con la inteligencia".

Frase lapidaria que en la juventud ni entiendes, comprendes y menos estás de acuerdo y que cuando vas pisando el firme terruño de la madurez sabes que es una auténtica realidad.

Hace ya algún tiempo que sé a ciencia cierta que no soy el mejor aunque tampoco el peor, que camino por la vida con mi paso y que no es ligero ni lento sino el mío, que soy de pocos amigos pero buenos, que en mí se puede encontrar a una persona en la cual confiar pues mi interés no es dar la puñalada a nadie con tal de conseguir "algo" sino atesorar las confidencias como la joya más preciada que puedo tener porque la confianza que se deposita en uno no tiene precio porque no hablamos de un mercado de valores financieros sino de los valores y virtudes que salen del corazón por medio de hondos sentimientos.

Algunas veces vendrán cuestas empinadas que habrá que saber coger y otras veces caminaras sobre plácidos llanos que harán que disfrutes a cada paso. De todas las partes del camino se aprende y tienen provechosas enseñanzas. Tanto la cuesta empinada y dura como el llano sosegado y tranquilo reportan verdaderas lecciones de como debes encarar la vida de tu vida.

El camino será o se hará más largo o corto si vas ligero de equipaje. El poseer no tiene valor si la posesión se puede comprar con el vulgar dinero. Poseer lo inmaterial que es la fe, que es el Amor, que es el sacrificio, que es el sentirte hermano, amigo, que es el notar como el aire puro impregna tus pulmones o como la vista se pierde en ese horizonte que no tiene ni principio ni final. Lo que se puede comprar todos lo pueden tener o llegar a alcanzar, lo que os he expuesto solo está al alcance de mentes y  corazones puros llenos de bondad.

Cada pisada debe ser fuerte, rotunda, porque en la vida hay que dejar huella porque caminar sin hacer caminos no vale mucho la pena. Piensa que tus huellas son el recuerdo que perviven en el recuerdo y en el corazón de los que te quieren. 

También debes canalizar tus fuerzas porque no podemos permitirnos el lujo de perderlas a la primera de cambio porque el camino puede ser muy largo y mientras camines por el mismo debes ir construyendo a cada paso que des.

Y cuando veas que no puedes más, que tus fuerzas no te acompañan, debes hacer un alto , sentarte en lugar fresco, contemplar lo que en ese momento pasa frente a tus ojos, deleitarte en lo bueno que tienes, asimilar lo erróneo para ponerle solución, admirar y recrearte en todo lo que te ofrece Dios a diario, que es mucho más de lo que vemos y sentimos pues desde que nos levantamos hasta que lo hacemos al otro día nos está está haciendo el mejor de los regalos: La propia Vida.

Sentarte a la vera del camino para coger fuerzas, para meditar por donde hemos ido, donde vamos y ponernos en manos del Señor para que Él sea nuestra brújula, nuestro bastón, el que nos guíe a cada paso que dar y todo lo que tengamos que hacer.

¡Es tan bueno sentarse a la vera del camino para mirando a Dios mirarte a ti mismo!

Así cuando te levantas lo haces con más ganas, con más fuerzas, con más ímpetu para seguir con nuestro particular camino de la vida.

Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios te bendiga.

Jesús Rodríguez Arias

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