sábado, 30 de agosto de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra" (Evangelio del día). En esta parábola hay una cosa que medio podría disculpar al "empleado": –tuvo miedo–. Y es que el miedo nos amilana, nos aboba, nos ciega, porque "talentos", en mayor o menor cantidad, todos tenemos. Y, no sólo eso, sino que debemos entrenarlos y ejercitarlos. Jesús lo tiene muy claro,  si no "hace uso" de los dones, carismas y virtudes que recibes es difícil que tengas su Gracia. Si no actúas, si no trabajas, si no arriesga, si no produces –al estilo de Dios– eres un "holgazán", eres uno que vive de sus "rentas", y estas terminan acabándose. Aprendamos de esta parábola y arriesguemos con Cristo, sabiendo que "detrás de todo" está Dios. Lancémonos, sin miedo, a la evangelización para "rentabilizar" los talentos recibidos porque Dios está "de tu parte". Pongamos "en juego" todas las capacidades recibidas de Dios para construir su reino porque Él es el Señor. Gracias, Señor, por todo lo bueno recibido. Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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