La paciencia de la oposición se acaba. El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles puso de plazo este jueves 25 de abril para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) inicie la auditoría de los votos de las polémicas elecciones del pasado 14 de abril y en caso de no hacerlo tomará “nuevas sanciones”. "Ustedes le dijeron al país y al mundo que aquí se iba a realizar una auditoría. Nosotros esperamos hasta el día de hoy, no vamos a esperar más tiempo", indicó Capriles en una conferencia de prensa dirigiéndose a los responsables del CNE.
El candidato de la formación opositora Mesa de la Unidad Democrática, impugnó formalmente los resultados electorales en los que perdió con el 49,07 por ciento de los votos frente al 50,67 por ciento conseguido por el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela, el presidente interino del país Nicolás Maduro.
El pasado jueves la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció la ampliación de la auditoría de verificación ciudadana al 46 % de las cajas de resguardo que no fueron auditadas el día de la elección después de que la oposición solicitara esa revisión. Sin embargo, la oposición considera insuficiente esta revisión y exige un recuento electoral “voto a voto”, sino seguirán sin reconocer los resultados. La número dos del Consejo Nacional Electoral venezolano, Sandra Oblitas, argumentó el pasado sábado que los resultados son "irreversibles" y que un "recuento de votos no está previsto en la ley electoral".
El CNE matiza que la auditoría "verifica el funcionamiento de la plataforma, no verifica resultados electorales". Lucena recalca que la auditoría técnica viene a responder a "una situación evidentemente particular" que "en ningún caso debe ser interpretada como escrutinio alguno". "Lo que está previsto es una verificación del funcionamiento del sistema", ha explicado Oblitas, sobre la auditoría técnica anunciada el pasado jueves en la que el CNE examinará el 46 por ciento de las urnas electorales. "La auditoría se realizará en los términos técnicos que tiene previsto el CNE", remató.
Desde el pasado 14 de abril, el opositor Capriles ha luchado por realizar un campaña de desligitimación del Gobierno de Maduro, al que acusa de “robar” las elecciones presidenciales. Así, insta a sus simpatizantes, en particular, y al pueblo venezolano, en general, a usar cualquier medio de comunicación para "repetir la verdad una y otra vez".
"La verdad es lo único que nos permite ser libres. Tenemos que derrotar las infamias", arengó ayer durante una rueda de prensa. "No tenemos miedo a sus amenazas. Esta verdad se va a saber, no la pueden esconder y la verdad es que ustedes se robaron las elecciones, que ustedes se robaron este proceso electoral", ha dicho, acusando por primera vez de forma directa al Gobierno de fraude electoral.
En su arenga particular a denunciar el fraude, que a su entender, se produjo en las pasadas elecciones, Capriles convocó una manifestación tres días después para manifestar el rechazo a los resultados electorales, pero finalmente retiró la convocatoria debido a la violencia desatada en los días previas, que dejó diez muertos y decenas de heridos. A pesar de desconvocar la marcha, la Asamblea Nacional (AN) creó una comisión especial para que le investigue con el fin de determinar su posible responsabilidad en la ola de violencia postelectoral. "¿Me van a enjuiciar por defender los derechos de los venezolanos?, ¿Quieren venir por mí? Aquí estoy, no tengo miedo", anunció ayer en una rueda de prensa, al tiempo que exigió que cesen las amenazas en su contra desde instituciones estatales.
El líder opositor ha acusado al "grupito de enchufados" de generar esta crisis política, reiterando su llamamiento al diálogo. "Nicolás, tú sabes muy bien cuál es el espíritu que hay en la MUD, un espíritu democrático y de paz", ha señalado. "Yo estoy aquí para defender los derechos de los venezolanos, pero no se equivoquen, vamos a ir hasta el fondo, porque los derechos de los venezolanos no se negocian", ha zanjado.
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