La sociedad francesa se vuelca en las protestas contra la ley, aprobada el martes, que equipara las uniones homosexuales al matrimonio. Incluso gran parte de los homosexuales se declaran en contra de dicha ley. Ya hay convocadas dos nuevas concentraciones en mayo
Noticia digital (25-IV-2013)
La Asamblea Nacional francesa ha aprobado el mal llamado matrimoniohomosexual. La división que se aprecia en el parlamento también está presente en la calle. Gran parte de la sociedad francesa ha protestado contra esta polémica ley impuesta por el gobierno socialista de Hollande, al que ha asesorado el ex presidente de España José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero la lucha no ha terminado. Ya se ha convocado dos nuevas concentraciones para protestar por la nueva ley. Las próximas manifestaciones se celebrarán el domingo día 5 de mayo, víspera del aniversario de la elección de Hollande como presidente, y el 26 de mayo, día de la madre. La ley no cierra el debate. Incluso muchos homosexuales se pronuncien en contra, al entender que nada tiene que ver la defensa del matrimonio con la discriminación que históricamente han sufrido las personas homosexuales.
Hasta la fecha se han producido tres multitudinarias manifestaciones, a las que han acudido cientos de miles de personas. La manifestación Maif pour tous, celebrada el 13 de enero, congregó a más de un millón y medio de personas. Los franceses han protestado de muy diversas maneras contra la ley. También lo han hecho los propios homosexuales.
«La mayoría de los homosexuales no queremos el matrimonio»
Nathalie de Wiliencourt es lesbiana, francesa y co-fundadora de Homovox, una de las asociaciones de gays más grande de Francia. Ella, al igual que «la mayoría de los homosexuales», afirma, no está a favor de la ley de Hollande. «Soy francesa, soy homosexual, la mayoría de los homosexuales no queremos ni el matrimonio, ni la adopción de los niños, sobre todo no queremos ser tratados del mismo modo que los heterosexuales porque somos diferentes, no queremos igualdad, pero si justicia», aseguró Nathalie en una entrevista concedida el pasado 11 de enero a la revista italiana Tempi. La diferencia es clara, «la pareja homosexual es diferente a la heterosexual por un simple detalle: no podemos dar origen a la vida».
Nathalie tampoco está de acuerdo con que los homosexuales puedan adoptar niños, cosa que permitiría la mal llamada ley del Matrimonio para todos:«Creemos que los niños tienen derecho a tener un padre y una madre, posiblemente biológicos, que posiblemente se amen. Un niño que nace del fruto del amor de su padre y de su madre tiene el derecho a saberlo. Si las parejas homosexuales adoptan niños que ya están privados de sus padres biológicos, entonces [los niños] estarían sin un padre y sin una madre por segunda vez», explica.
Además -añade Nathalie-, «las parejas heterosexuales están esperando años para poder adoptar a un niño, y se corre el riesgo de que muchos países no permitan más adopciones a Francia si esta ley se aprueba, ya que países como China y otros de Asia cuentan con procedimientos de tal manera que las parejas del mismo sexo están excluidas. Esto significaría hacer que la adopción por parejas conformadas por un hombre y una mujer sea aún más difíciles».
La fundadora de Homovox va más allá y defiende a la familia como lugar en el que se construye la paz y que es la imagen más natural para los niños: «La paz se construye en la familia y para tener paz en la familia es necesario dar a los niños la imagen más natural y más seguridad infunde para crecer y llegar a ser grande. Es decir, la composición clásica de hombre y mujer».
Denuncia censura
Durante la entrevista, Wiliencourt denunció también la censura que sufre su asociación Homovox. «En Francia se nos censura. Se escucha siempre el lobby de los activistas LGBT [lesbianas, gays, bisexuales y transexuales], que siempre hablan en los medios, pero la mayor parte de los homosexuales están molestos por el hecho de que esta organización hace lobby en nuestro nombre. No hemos votado por ellos para que nos representen».
También Xabier Bongibault, fundador y presidente de la asociación francesa Plus gay sans mariage (Más gay sin matrimonio) se manifestó en este mismo sentido: «Nosotros deseamos hacer oír la voz de las persona homosexuales que están contra la apertura del matrimonio a las personas del mismo sexo. El proyecto del Gobierno está lejos de suscitar la unanimidad en el seno de la comunidad gay. Contrariamente a lo que se afirma los medios, tal reivindicación no es mayoritaria entre los homosexuales. La mayoría se ríe de ella, pero la influencia de las asociaciones LGBT [lesbianas, gay, bisexual y transexual] es tal, que no osan reconocerlo».
Bongabiult y su asociación están en contra de la ley del gobierno, porque «un niño tiene necesidad de un padre y de una madre. Respetemos esta este equilibrio familiar, que es tan necesario para el equilibrio de la sociedad: no podemos cambiarlo too sin un mínimo de reflexión. Antes de resolver, que por lo menos haya un debate sobre las cuestiones que comprometen el porvenir de la sociedad, no solamente el de las parejas homosexuales», djo Bongibault en una entrevista periodística.
Tanto Plus gay sans mariage como Homovox participaron en la multitudinaria manifestación que reunió a un millón y medio de personas por las calles de París el pasado 13 de enero en contra de la ley que permitirá el mal llamadomatrimonio homosexual.
José Calderero
@jcalderer
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