La memoria es muy necesaria
pero siempre que te acuerdes de todo lo bueno como lo malo. La memoria no se puede
sesgar según nuestros deseos, apetencias, pues entonces deja de ser memoria,
dejan de ser recuerdos y se convierten
en puro cuento o en una historia fabricada para ti por ti mismo.
Eso es lo que desgraciadamente
ha pasado y está pasando en nuestra querida España donde todo se tergiversa
según qué interés persiga o a quienes se
quiera o no beneficiar.
Esto está pasando en la
actualidad con un tema sangrante que dejó a tantas víctimas tras un nicho de un
cementerio y a tantas familias amputadas de sentimientos por culpa del dolor
que bien se encargaron de producir unos cuantos pistola o bombas en mano así
como quienes dirigían los hilos que interesaban en cada momento. No me puedo
olvidar de los Arzallus, Setienes y de todos los que le eran tan gratos una panda de
crapulosos asesinos.
No me puedo olvidar de ninguno
de ellos y les recordaré siempre que fueron y protegieron a asesinos.
Hoy se celebra el vigésimo
aniversario de la cruel, macabra, premeditada, ejecución del que fueran
concejal popular de Ermua Miguel Ángel Blanco. ETA y quienes la apoyaban
intentaron un chantaje a todo el Estado Español con la amenaza de que si no se
cumplían sus órdenes este joven y valiente vasco moriría, sería ejecutado, le
sería practicada la pena capital, que sería asesinado como al final sucedió.
Días, horas, de un sufrimiento
inhumano para sus padres, hermanos, familia, para su pueblo y para todos los
rincones de España. Pienso que no nos queríamos creer que esto estuviera
pasando y que se pudiera hacer realidad. Creo que en nuestra inocencia
queríamos creer que las alimañas de ETA tenían sentimientos pues corazón ya nos
habían demostrado con creces que carecían de él.
Y fue ejecutado vilmente, tiro
en nuca en una zona apartada. Muchas veces he pensado cual sería su última
imagen, su último recuerdo...
¡No merecía morir así!
¡Ninguno de los asesinados, de las víctimas y sus familias tampoco merecían lo que les hizo ETA a los largo de
su historia!
Recuerdo que el pueblo español
salió en tromba a la calle donde no había ni izquierdas ni derechas, ni
creyentes ni ateos, ni hombres ni mujer sino un solo sentimiento pidiendo
JUSTICIA con un lema que traspasó fronteras e hizo resquebrarse a la
organización terrorista, a los etarras de profesión, a los pistoleros así como
a los que los habían amparado en cada pueblo y ciudad, en cada institución e
incluso en los púlpitos.
¡¡BASTA YA!! Fue un grito
sonoro con una sola voz. España, también el País Vasco, pedía que ya se
acabara el terrorismo, que se pusiera pie en pared a tantas tropelías, que las
cárceles se poblaran de estos miserables asesinos, que el peso de la ley cayera
sobre cada uno de ellos fuese quien fuese, se llamara como se llamara.
Y España lloró de dolor por
tanta sangre derramada injustamente por un macabro y mezquino “ideal”. Sí, hoy
hace 20 años que murió Miguel Ángel Blanco pero pienso que todos los que lo
vivimos en “vivo y en directo” también mataron parte de nuestra esperanza en la
nobleza del ser humano pues comprobamos que algunos eran peores que las peores alimañas.
En estos días se está
conmemorando en muchos lugares de este terruño llamado España actos de
homenajes a la memoria, al recuerdo, de este servidor de España y de los vascos
que pagó con su sangre el serlo: Miguel Ángel Blanco.
Hay otros que se lo han negado
pues pueden pensar que no se merece un acto o incluso una calle. ¡Ellos sabrán
el por qué de esta injusta decisión! Lo siento no me creo eso de que Miguel
Ángel Blanco no es de aquí o de allá, que no ha hecho “merito” por el lugar
para merecer una calle, una plaza, una rotonda o una avenida.
¿Dar su vida, su sangre, por
España y por la democracia tal y como la entendemos no es suficiente para que
dedicar un lugar? ¡Cada día quiero entender menos!
Pienso que muchos de los que niegan el pan y la sal a los que dieron la vida por la España democrática llámese Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Gregorio Ordoñez, Joseba Pagazaurtundúa Ruiz, Antonio Marín Gamero, Ángel Postigo Mejias, Benito Morales Fabián y así hasta completar los 829 que murieron a manos de ETA hacen uso de una injusticia bárbara ya sea por la falta de objetividad, porque les cogió muy jóvenes o porque simplemente son unos indeseables que critican a las víctimas y defienden a los verdugos aquí en España como en Venezuela.
Hoy es un día para recordar que hace 20 años España tuvo esa dignidad de salir a la calle a gritar ¡¡BASTA YA!!, hoy es un día para no olvidar que Miguel Ángel Blanco fue ejecutado por ser vasco, ser español y demócrata, hoy es un día para recordarnos a nosotros mismos quienes fuimos, somos y seremos pues por nuestros hechos, nuestras palabras nos conocerán.
Hoy no se homenajea a un político sino a una víctima y por eso yo ni quiero ni puedo olvidar.
Miguel Ángel Blanco siempre en el recuerdo que está por encima de calles, plazas o avenidas...
Jesús Rodríguez Arias
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