Nuestras esperanzas son a veces cortas: Que se pase el dolor, la enfermedad, el momento difícil. Pero la esperanza hay que considerarla como una dinámica vital que abarca el presente y el futuro, por lo que me permite vivir de una manera positiva en medio de las dificultades. Llevar la esperanza a virtud, es lo que nos empuja a superar el tiempo y abrirnos al bien supremo, que se alcanza en la eternidad.
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