No solo el senador católico Tim Kaine votó en contra de un proyecto de ley para prohibir el aborto después de las 20 semanas de gestación en Estados Unidos, sino que otros 13 congresistas declarados católicos tomaron la misma decisión el pasado 29 de enero.
La aprobación del proyecto de ley, bajo el nombre “Ley de Protección del Niño por Nacer con Capacidad para el Dolor”, requería 60 votos, pero solo obtuvo 51. De los 46 senadores que votaron en contra, 14 se declaran públicamente católicos.
El proyecto propone que el aborto sea ilegal después de las 20 semanas de gestación, sobre la base de que el desarrollo del sistema nervioso permite que el niño por nacer experimente dolor desde ese momento.
El P. Dwight Longenecker, autor de varios libros católicos y párroco de Our Lady of the Rosary en Carolina del Sur, difundió el 30 enero la lista de los 14 senadores, los estados que representan, sus respectivas diócesis y cuentas de Twitter.
El sacerdote dijo a través de su sitio web que se encuentra “absolutamente conmocionado” al ver que el proyecto de ley no prosperó y a la vez “impactado” por la decisión de estos senadores.
“Aún peor es la constatación de que si estos hombres y mujeres hubieran votado a favor del proyecto de ley, habría pasado. Por lo tanto, estos catorce garantizaron que este procedimiento inhumano todavía sea legal en Estados Unidos”, añadió.
El proyecto de ley
“Después de 20 semanas, el niño por nacer reacciona ante estímulos que serían reconocidos como dolorosos si se aplican a un ser humano adulto”, dice el texto del proyecto de ley.
Debido a la sensibilidad al dolor del niño por nacer en esta etapa, la anestesia se administra regularmente durante la cirugía en el útero después de las 20 semanas.
Un ultrasonido puede revelar el sexo de un bebé por nacer, que se puede ver chupando el dedo gordo, bostezando o estirándose a las 20 semanas de embarazo. El sistema nervioso comienza a funcionar en el cuarto mes.
El proyecto de ley incluye excepciones para un aborto en caso de violación o incesto, así como en las circunstancias en las que el embarazo amenace la vida o la salud de la madre.
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