No mucho más tarde de las diez de la mañana, comenzaban a llegar los niños más madrugadores a nuestro Seminario. Como era de esperar, a esa hora ya comenzaban las primeras carreras y juegos, incluso antes de dar comienzo el encuentro.
Una vez que ya estaban todos, el P. Ricardo, Rector del Seminario, comenzó con una bonita y breve oración inicial en la que tuvieron la oportunidad de rezar y leer un breve fragmento de la Palabra de Dios e incluso cantar. Ya en esta plegaria, se atisbaba el trasfondo que iba a dominar durante todo el día, la santidad.
A lo largo de la mañana, particularmente en dos catequesis a cargo de los seminaristas de primer curso, se puso de manifiesto en qué consistía, cómo se puede alcanzar y quién está llamado a ser santo hoy en día. Además, conocieron el testimonio de santos que ejemplifican y marcan el camino que han de recorrer.
La segunda parte del día, como no podía ser menos en sábado, estaba dedicada a la Virgen María. Justo antes de la maravillosa comida que compartieron, Jesús, seminarista de segundo, recalcó la importancia que había tenido María en su vida, así como la relevancia que debemos darle como nuestra guía. Ya por la tarde, después de un gran rato de juego, fueron alegres y cantando a la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo, donde Fray Pascual, dominico, hizo un estupendo recorrido de la intrahistoria de las imágenes de la Virgen en Cádiz, remarcando la figura de la Virgen del Rosario, a la que incluso pudieron besarle el manto.
El 19 de mayo se celebrará el tercer encuentro del curso.
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