Si quieres erradicar la envidia de tu vida, comienza por reconocer qué despierta tu envidia y cómo se manifiesta: Desinterés, desprecio, desafección, maledicencia, animadversión... Después, trata de cambiar tu actitud, tu valoración respecto de los éxitos, la belleza y la riqueza de los demás. Empatiza con ellos, valora sus circunstancias con una perspectiva positiva, alégrate con ellos, da gracias a Dios por su buena estrella.
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