Un grupo de jóvenes australianos ha pasado sus vacaciones de verano en Vietnam, construyendo casas y baños para familias necesitadas.
Es una forma de veranear poco habitual entre los adolescentes, pero casi todos los asistentes coinciden en que ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida.
Los chicos proceden de diversas ciudades australianas: Perth, Brisbane, Melbourne, Sydney y Newcastle. Muchos frecuentan actividades de formación cristiana ofrecidas por el Opus Dei.
De los 27 jóvenes que fueron, 23 eran adolescentes. Para algunos se trataba de su primer viaje al extranjero.
EL HORARIO ERA MUY INTENSO: TRABAJABAN TODA LA MAÑANA, HACÍAN UNA PAUSA PARA DESCANSAR Y PARA LEER UN FRAGMENTO DE UN LIBRO ESPIRITUAL Y LUEGO COMÍAN
El grupo llegó a Hồ Chí Minh justo antes del año nuevo. Allí, contrataron un autobús que los llevó a su alojamiento, en una pequeña ciudad llamada K'Long, situada a unos 300 kilómetros al noreste de Saigón.
El horario era muy intenso: trabajaban toda la mañana, hacían una pausa para descansar y para leer un fragmento de un libro espiritual y luego comían; por la tarde, rezaban el rosario, jugaban un partido de fútbol y continuaban trabajando por la tarde. Durante dos semanas cavaron zanjas, movieron ladrillos y mezclaron el cemento.
Pero cuando el proyecto terminó, los jóvenes aseguraron que su tiempo en Vietnam los había ayudado y los había cambiado.
Hubo dos ideas en las que coincidían los jóvenes australianos: se dieron cuenta de la necesidad de dar más a los demás, y dijeron que a partir de ahora estarían más agradecidos por las bendiciones recibidas en sus vidas.
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