Llevan 201 años sirviendo con
ejemplaridad a España y a los ciudadanos. Llevan dos siglos manteniendo la ley,
el orden, la seguridad de todos y lo hacen de corazón, con innegable vocación
de servicio, muchas veces con pocos medios, pero con una voluntad de hierro
para cumplir la misión que tienen encomendada más allá de sus propias vidas,
dejándose la piel, despidiéndose casa mañana, tarde o noche de sus familias
porque a lo mejor ese día vienen malhadadas y quién sabe…
Cada dos de octubre la Policía Nacional, así como también la Policía Local, celebra el día de los Santos Ángeles Custodios, sus patronos, los que cuidan a quienes lo hacen con nosotros. Cuando llega esta fecha se entremezclan en mí sentimientos de nostalgia y gratitud. Mi padre, Juan José Rodríguez Román, fue policía y aunque falleció cuando yo era muy niño tengo en la memoria recuerdos que he escrito en mi libro “de corazón azul”, que está dedicado a las mujeres y hombres que cada día se enfundan el azul uniforme. Libro que cuenta con el prólogo de Ángel Revaliente Domínguez, ilustre periodista jerezano e histórico en Publicaciones del Sur, el epílogo lo firma Pablo Ruano Moreno que es Policía Nacional. Mi casa era la de un policía que tenía a su mujer e hijos como principal apoyo. Nadie sabe lo importante que es la Familia para los que pertenecen a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Jornada especial para la Asociación de Mérito “Santos Ángeles Custodios”, que me honro en pertenecer.
Día de mi admirada Policía
Local. Conozco a muchos que la conforman y por supuesto a mi primo Carlos
Valverde que sirvió a la Ciudad de San Fernando toda su vida profesional hasta
su jubilación. Mi primo Carlos, al que quiero y admiro, es un virtuoso
guitarrista muy reconocido en el flamenco.
Tengo el inmenso honor de
contar con la amistad de buenos policías del bicentenario Cuerpo de la Policía
Nacional a los que doy las gracias por sus enseñanzas, cariño y confianza. El comisario
Luis Rodríguez Rodríguez, que también es escritor, Pablo
Ruano Moreno, Manuel Cortés, David, conocido como “Blue”, Manel González López,
Diego Barragán, Melania, Guille y un largo etcétera. Santos Bernal Uceda, comisario jefe Provincial
en Cádiz (JEPO), cuya trayectoria vital y profesional es extraordinaria.
También quiero tener un recuerdo a los que ya no están como Don Valeriano Mesa
Herreruela, Don Manuel Moreno Izquierdo, el comisario Don Fernando Gracia Garós
o mi padre que dejó inoculado en sangre el noble orgullo de ser hijo del
cuerpo.
Pablo Ruano, en el epílogo del
libro “de corazón azul” ha dejado escrito: “El policía de verdad, el de
raza, es al que por muchos envites que le dé la profesión, que no son pocos,
sigue adelante con ganas de ayudar al ciudadano que lo requiera, ponerle su
mejor cara y dar lo mejor de él mismo aun sin conocerlo absolutamente de nada”.
Dar las gracias al Pleno del
Ayuntamiento de San Fernando por conceder la medalla de oro de la Ciudad a la
Policía Nacional por unanimidad.
Jesús Rodríguez Arias
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