lunes, 24 de octubre de 2022

* ALGO SOBRENATURAL

No, no va mi artículo sobre fenómenos paranormales que tanto suelen gustar a la mayoría. Hoy quiero hablaros de algo verdaderamente sobrenatural, algo que forma parte de nuestra vida no le damos la consideración en importancia que en verdad debería tener.

Hoy en mi semanal tribuna de los lunes os lo cuento.

Jesús Rodríguez Arias


ALGO SOBRENATURAL

Abstraído del lógico discurrir de los días que nos acercan al final del mes de octubre y con él a halloween al que algunos quieren meter dentro de la multiculturalidad a esta “fiesta” impostada donde se enaltece lo más horrendo de la muerte sesgando de una sola tacada todo matiz de Fe en Cristo. Halloween hace una “fiesta” de los quebrados huesos que descansan en la paz de los Camposantos.

A una semana vista de esta “celebración” diabólica quiero hablaros de algo que es verdaderamente sobrenatural, algo que transforma el mundo y a las personas que abren su corazón para que vivan en ellos: El Amor.

En la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios está explicado con palabras sencillas la verdadera grandeza del Amor que abarca a creyentes como a los que no lo son pues todos somos depositarios de este.

Hermano: Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor. Ya podría hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden.

Ya podría tener el don de predicción y conocer todos los secretos y de todo el saber; podría tener una Fe como para mover montañas; si no tengo Amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo Amor, de nada sirve.

El Amor es comprensivo, es servicial y no tiene envidia; el Amor no presume ni se engríe, no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se alegra de las injusticias, sino que goza con la Verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El Amor nunca pasa.

San Pablo nos explica la realidad del sobrenatural don que es el Amor. Lo malo es que cuando escuchamos esta Carta a los Corintios, suele ser en las bodas, casi no atendemos a la lectura y mucho menos a la profundidad del mensaje tan brutal que atesora.

No debemos olvidar que mucho de lo que nos pasa es por falta de Amor. Después no critiquemos al mundo por las guerras, las crisis, enfermedades, el tráfico de personas, la compra y venta de la moralidad, los que traicionan lo más noble que son y representan para salvar su prestigio y seguir manteniendo su propia comodidad.

Nuestra sociedad camina con el pie cambiado por la pandemia, por la crisis económica y social que trasciende incluso a las guerras, por gobernantes sin alma que dirigen nuestro devenir a golpe de agenda, no hay nada que teman más los que nos quieren mal que el Amor anide en lo más hondo de nuestros corazones porque saben que si es así tendrán perdidas todas las batallas por controlar a su antojo el pútrido mundo que están creando con sus propias manos.

Este algo tan sobrenatural supera al cariño, la pasión, la entrega por los demás, la pulsión sexual, el trabajo, los estudios, la familia, los amigos, la vecindad, los necesitados, los orantes, los ermitaños, las artes, la muerte, el día a día. Una persona henchida de Amor lo hace todo a corazón abierto dándose a sí misma y no queriendo nada.

El Amor es silencioso pues no le gusta los aspavientos, reconocimientos ni homenajes. El que ama lo hace todo desde la gratuidad y el altruismo, desde una innegable vocación de servicio porque sabe que este don tan inmensamente sobrenatural va desapareciendo si no se quiere compartir con los semejantes. Quien da su Amor no quiere decir que lo reciba de inmediato, pero a la larga más que a la corta lo recibirá de vuelta agrandado en mil veces mil.

Por amor cuidas al ser querido poniéndolo antes que nada en el mundo. Por amor saludas, te interesas, acompañas, ayudas, colaboras, sirves, sin pedir nada a cambio solo por el hecho de ver feliz a nuestro prójimo. Por amor callas las ingratitudes y gritas las injusticias. Por amor oras por los vivos y también por los muertos. Por amor cuidas, proteges, defiendes, respetas, ayudas, colaboras, comprendes, perdonas, sufres, lloras, ríes, gozas, amas...

Recuerda que quienes nos aman, cuando también los amamos, nos cambian a mejor.

Jesús Rodríguez Arias

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