martes, 18 de julio de 2017

PROFANACIÓN EN VILLAREAL: "HABÍA INTENCIÓN DE LLEVARSE LA EUCARISTÍA"



La mayor parte de actos de este tipo suelen ser robos, aunque también podría ser la acción de un grupo satánico
La diócesis de Segorbe-Castellón ha vuelto a sufrir una nueva profanación de un templo, la segunda en apenas tres meses. En esta ocasión, tuvo lugar en Villarealen la Basílica de San Pascual, de las clarisas, el pasado viernes 14 de julio. Alguien forzó la cerradura de la Real Capilla, situada detrás del presbiterio, abrió el sagrario que allí hay y se llevó el copón con las formas consagradas, tal y como explicó el obispo, Casimiro López Llorente, a través de un comunicado. En ese momento, ahonda Javier Aparici, vicario de Pastoral de la diócesis y párroco de San Jaime, en cuyo territorio está la basílica, había un grupo visitándola, una circunstancia que fue aprovechada por los ladrones.
Este hecho, dijo el obispo en la citada nota que, además, se leyó en todas las eucaristías de la diócesis, es «un acto sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía». Y añade: «Este nuevo acto es aún más significativo por haberse realizado de la Basílica de San Pascual, patrono de los congresos eucarísticos y asociaciones eucarísticas y de nuestra diócesis».
Por ello, ha convocado un acto de desagravio con una Eucaristía en la propia basílica y que él mismo presidirá. Será este próximo domingo, 23 de julio, a las 19 horas. Están invitados todos los fieles de la ciudad, especialmente los miembros de la Adoración Nocturna y del resto de asociaciones eucarísticas.
La investigación está ahora en manos de la Policía Nacional, que ya ha inspeccionado el templo y tomado las huellas pertinentes, y, por tanto, no se puede descartar ninguna hipótesis. Javier Aparici cree, en este caso, que existía «una intención de robar la Eucaristía», pues no se llevaron otros objetos de valor de la capilla, ni desperdigaron las sagradas formas, una práctica habitual cuando se trata de robos.
El párroco concluye que la gente de la ciudad «está muy dolida», pues han atacado «lo más grande que tenemos».
Por su parte, Vicente Jara, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas y laico dominico, señala, ante las especulaciones de que se pudiera tratar de un ataque de un grupo satánico, que es algo muy difícil de saber y añade que es importante que haya una investigación. «Es muy difícil saber lo que ha pasado, pero hay que tener en cuenta que algunos ladrones se llevan lo más brillante que encuentran porque piensan que tiene más valor y evitan las obras de arte, pues al estar registradas les pueden detener más fácilmente». También afirma que los grupos satánicos suelen romper imágenes o llevar a cabo otro tipo de acciones dentro de los templos que, en este caso, no se han producido.
En su opinión, en la actualidad no hay más profanaciones o robos en templos que en décadas anteriores, sino que ahora se dan a conocer, se organizan actos de desagravio… «Estos actos ocurrían con la misma frecuencia que hoy», concluye.
F. Otero

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