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  EMBAJADOR DE ESPAÑA EN CUBA

  'La visita de Benedicto XVI supondrá un nuevo punto de inflexión para Cuba'

  27 MAR 2012 | E. DE VICENTE. CUBA

  Manuel Cacho Quesada, embajador de España en Cuba, asegura a LA GACETA que “la población tiene puestas muchas expectativas en este encuentro con el Papa”.



• En pleno Malecón de La Habana hondea la bandera española junto a la europea. Desde lejos se pueden divisar ambas banderas mecidas por la brisa del mar Caribe. Nos recibe en su elegante y bien decorado despacho el embajador de España en Cuba, Manuel Cacho Quesada, quien ha representado y defendido los intereses de nuestra patria prácticamente en los cinco continentes y en las ciudades más importantes entre las que me complazco en resaltar la ciudad de Jerusalén.
  -¿Piensa que la religiosidad de los católicos en Cuba dará una buena acogida al Papa?
  -La religiosidad en Cuba se manifestará seguro con la venida de Benedicto XVI a la isla. El 60% de la población cubana es católica y la presencia del Papa ha despertado una ilusión y unas expectativas que van a mover a la gente a estar presente y a tratar de seguirlo.
  
  
  -En cuanto a los católicos y a la religiosidad cubana en general, ¿cómo está en estos momentos?
  -Con el tiempo han ido cambiando y mejorando. Por ejemplo en el año 92, la Constitución dejó de ser atea para pasar a ser laica. En el 98, con la visita de Juan Pablo II, hubo un punto de inflexión en la relación entre la Iglesia y el Estado. A partir de ahí no ha hecho sino mejorar y yo confío que la venida de Benedicto XVI será otro punto de inflexión a una relación absolutamente normalizada y, sobre todo, un impulso a la libertad religiosa en Cuba y a tantas otras libertades.
  
  
  -¿Hasta qué punto esas libertades, culturales, sociales, políticas, de todo tipo pueden hacerse realidad?
  -En su día Juan Pablo II pronunció esa frase, ya conocida ahora, de “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Benedicto XVI recientemente ha utilizado también esta frase. Estoy convencido de que esta visita no puede ser sino beneficiosa para Cuba.
  
  
  -Efectivamente acabo de estar en una rueda de Prensa con el ministro de Exteriores cubano y él constataba esas buenas relaciones con el Vaticano y...
  -Sí, sí, las relaciones desde el punto de vista formal entre Vaticano y Estado cubano son buenas y la visita del Papa me consta que se ha tratado con exquisito cuidado y han tratado de volcarse también en su preparación material.
  
  
  -Incluso me comentaba usted, señor embajador, que había estado recientemente con el cardenal de La Habana.
  -Sí, el cardenal Ortega me comentaba que se había creado una comisión mixta entre el Vaticano y Cuba que estaba muy bien organizada.
  
  
  -Y la presencia de los españoles aquí en Cuba, sus trabajos, sus negocios, en cuanto embajador de España aquí en Cuba, ¿la ve positiva?, ¿y cómo ve a los religiosos que trabajan aquí desempeñando su labor evangelizadora?
  -No hay que olvidar que justo después de la Guerra de la Independencia Cubana en 1898 comenzó a llegar una corriente de españoles que en los siguientes 30 años, es decir, en el primer tercio del siglo XX, supondrían algo más de un millón de españoles en la isla. Esto hizo mucho por la densidad de la mezcla de sangre entre españoles y cubanos; y por supuesto, ahora, hay una presencia numerosa de españoles empresarios muy meritorios. También desde que empezó a normalizarse la relación con la Iglesia católica volvieron a venir religiosos españoles que en un determinado momento fueron en su práctica totalidad expulsados. Actualmente hay bastantes encargándose de instituciones o asilos, como, por ejemplo, el de Santovenia, una organización emblemática.