Inmensa alegría por no tener que escribir esta semana nada relacionado con el Covid-19 aunque materia hay para ello...
Inmensa alegría porque esta es la sensación que tengo desde que conocí los distintos nombramientos que se realizaron en la diócesis de Cádiz y Ceuta el pasado martes 23 de junio.
E inmensa alegría porque por medio de este artículo puedo una vez más testimoniar mi Fidelidad a la Madre Iglesia apoyando a Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, Obispo de Cádiz y Ceuta.
Sí, inmensa alegría es lo que siento que le vamos hacer...
Jesús Rodríguez Arias
INMENSA ALEGRÍA
Cuando el pasado martes 23 de junio conocí por los medios el nombramiento del Padre D. Óscar González Esparragosa como nuevo vicario general en sustitución de D. Fernando Campos, que no deja la curia ya que sigue como máximo responsable de Pastoral, así como del nombramiento de Dª María del Carmen Lobato como nueva ecónoma de la diócesis de Cádiz y Ceuta en sustitución del Padre D. Antonio Diufaín no os puedo negar que sentí en lo más hondo una inmensa alegría pues tanto D. Óscar como mi querida y buena amiga Carmen son personas que sirven a la Iglesia sin importar horas, días o fechas en el año.
Carmen Lobato es una profesional como la copa de un pino, persona de la máxima confianza de D. Rafael, que conoce los vericuetos de la diócesis como la palma de su mano. Mujer ejemplar en todos los sentidos amén de recia Fe que se ha tenido que enfrentar a muchas vicisitudes y siempre lo ha hecho desde el silencio inexpugnable, desde la fidelidad más absoluta a la Madre Iglesia. Sustituye a D. Antonio Diufaín que es un sacerdote íntegro que ha hecho una encomiable labor que será reconocida cuando pase el tiempo porque eso les pasa a los buenos gestores que son muy criticados, incluso ofendidos, por aquellos que prefieren utilizar los resortes de la difamación antes que poner encima del tapete lo que prefieren no se sepa. Don Antonio Diufaín, Párroco de San Severiano donde está haciendo una extraordinaria labor junto al Padre D. Marco Antonio Huelga de la Luz, es un cura recio, honesto, veraz, qué en las distancias cortas, les suele suceder a las personas serias, es un hombre ciertamente cercano y cariñoso. Bien sabéis que le profeso un hondo respeto y cariño tal y como quedó demostrado en el artículo que escribiera para este medio el 25 de septiembre de 2018 y que ha sido de los más leídos.
Nuestra paisana Carmen Lobato conoce los intríngulis de esta siempre complicada diócesis, conoce a los principales “actores” así como también a los secundarios y los forman parte de la tramoya, sabe a ciencia cierta con quienes tiene fajarse y trabajar no para ensalzar egos de nadie sino para servir a la Iglesia en la forma y manera que esta quiere ser servida.
María del Carmen Lobato es una señora de los pies a la cabeza, una verdadera dama, que por su integridad y el honor que acompaña cada uno de sus actos, le hace ser muy criticada precisamente por aquellos que tanto tienen que callar. Personalmente la admiro, respeto y quiero como la buena amiga que es. De todo esto puedo dar Fe.
Decir que Don Óscar es ese tipo de sacerdote que le acompaña esa dedicación pastoral que hace que donde esté sea inmensamente querido. Recuerdo cuando dejó la Parroquia de San José para venirse a la de San Antonio sus feligreses y vecinos le tributaron varios homenajes y lloraron su marcha. Donde va construye y de eso pueden dar buena cuenta los feligreses de la imponente Iglesia enclavada en la céntrica Plaza de San Antonio. Pienso que ha sido una más que acertada decisión el hacer este necesario relevo y permitir que D. Fernando se ocupe de la parcela en la que está más a gusto como es la vicaría de pastoral. Al Padre Campos hay que agradecerle sus muchos años de servicio.
E inmensa alegría la que siento por los nombramientos de los respectivos sacerdotes tanto en el colegio de consultores, los que han sido prorrogados en sus parroquias, a los que se les han asignado nuevas, vicarios así como los que han cambiado su condición de párrocos a administradores parroquiales porque todas las decisiones tomadas, lo digo desde esa necesaria lejanía que hace vea todo de forma más objetiva, han sido necesarias y para bien de la diócesis.
Todo cambio ofrece un imprescindible grado de ilusión así como también de críticas pero los que emiten estas últimas personalmente no les hecho cuenta ya que me han demostrado hace mucho tiempo que no saben hacer otra cosa…
Sirva también este artículo publicado en la solemnidad de San Pedro y San Pablo para mostrar mi firme apoyo a la persona de Mons. Don Rafael Zornoza, Obispo de Cádiz y Ceuta.
Jesús Rodríguez Arias