lunes, 22 de abril de 2019

* PASCUAS Y PASCUAS





Este artículo publicado en mi semanal tribuna de Información San Fernando tiene mucho de Pascua, de pascuas de hacerse la pascuala unos a otros, de la Buena Noticia de la Resurrección y de la eterna campaña electoral que llevamos sufridas los españolitos de a pie... ¡Y lo que nos queda hasta el 26-M!

Este artículo tiene mucho de verdad y también de cierta ironía...

Jesús Rodríguez Arias



PASCUAS Y PASCUAS



Es muy normal escuchar a modo de saludo o despedida eso de Feliz Navidad o Año Nuevo pero ya es más difícil el escuchar en la vida ordinaria esa preciosa salutación en la que uno desea a otro: ¡Felices Pascuas!

Y lo que hacemos es simplemente el desear y compartir nuestra felicidad ante el hecho más importante en nuestra vida como cristianos y que no es otra cosa que la Resurrección de Cristo que da sentido a nuestra Fe, que da validez a todo cuanto Él nos dijo, que permanece con nosotros por medio del Santísimo Sacramento del Altar, que hasta permite que cada uno nos convirtamos en temporales tabernáculos cada vez que comulgamos al celebrar la Eucaristía, que su mensaje de Amor, Misericordia, Perdón, llena nuestros corazones dotándolos de Esperanza que alimenta la Fe desde las profundidades del espíritu.

Sí, Jesús ha Resucitado y todos y cada uno de nosotros con Él. Este hecho, inexplicable desde la lógica humana, es suficientemente importante para desear a nuestros semejantes desde el corazón unas Felices Pascuas que es lo mismo que la unión en la Alegría que sentimos al comprobar que Jesús no solo  no ha muerto, no solo no se ha ido, sino que está con nosotros hasta el fin de nuestros días como el Amigo Fiel que nunca falla.

Esa felicidad es la que quiero transmitir, la que quiero compartir con todos vosotros desde la verdad y sin un atisbo de falserío, de quedar bien. No, el tiempo pascual que estamos viviendo es más intenso, más de verdad, que lo que hemos convertido entre todos la Navidad que celebramos de todo pero nos olvidamos de lo esencial, de lo que da sentido a estas fiestas, como es el Nacimiento del Niño Dios, que es el mismo que ayer nos ha resucitado de la muerte. Pero una cosas es celebrar la Pascua de Resurrección y otra muy distinta hacernos la pascua o la pascuala.

La pascua o la pascuala que es una derivación del término hacia las malas intenciones. ¡Qué nos gusta hacernos la “pascua” unos a otros! Parece como si nos incomodara el vivir en paz. ¿Piensas que en verdad se puede disfrutar haciendo daño a tu semejante? ¿Qué rédito sacas? ¡Con lo fácil que es la vida y lo complicada que la hacemos siempre!

Empieza esta primera semana de Pascua de Resurrección cuando ya estamos inmersos en los últimos días de una luenga campaña electoral que cuando se abran las urnas, para disgusto o no de los contrincantes, se sepa quién ha “ganado”, que serán todos pues no conozco a un político que en su vida haya perdido, y hasta a lo mejor se vislumbra quién puede ser presidente del gobierno empezará otra nueva y también muy intensa como son las municipales, en gran medida, las autonómicas donde corresponda y las europeas que salvo a los partidos son los comicios que menos interés despierta en la población.

En dos meses se pondrán sobre el tapiz varias urnas donde se dirimirá quién es quién en cada contienda electoral. En dos meses se intensificarán los roces, que no el cariño, y entre uno y otro se harán la pascuala sin atisbo de desearse, ni en propio ni extraños, un atisbo de felicidad. En dos meses se renovarán parlamentos y consistorios donde en algunos cambiaran de siglas, otros de personas, y pocos de ideas…

Pero os confesaré en este Lunes de Resurrección cuando la Semana Santa es todavía un reciente recuerdo que prefiero mil millones de veces la urna que traslada a Cristo Yacente en Su Entierro Santo que aquí en La Isla se reviste cada año en máxima solemnidad que las que se abrirán este domingo en cada colegio electoral y que supondrán que algunos resuciten ante los votos logrados mientras otros, que no lo reconocerán en público, sufrirán en carnes propias lo que es un laico entierro ya que no han conseguido de los españolitos de a pie el ansiado voto que les garantice la enésima prórroga para seguir viviendo como un maharajá mientras que los majaras, entre los que me hallo, tienen que levantarse cada día para sacar España hacia adelante y con ella sus raíces, cultura, tradiciones y devociones...

Felices Pascuas a pesar de la campaña electoral.

Jesús Rodríguez Arias

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