lunes, 13 de febrero de 2023

* INTELIGENCIA ARTIFICIAL

 

Ya se ha convertido en parte de nuestro día a día y muchos  sin esta no sabrían vivir pues dependen de la misma en su quehacer cotidiano.

Hoy en mi semanal tribuna de Andalucía Información - San Fernando Información he escrito sobre la inteligencia artificial.

Jesús Rodríguez Arias

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Inteligencia según la rae es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad.

Ahora bien, en esta época del presente siglo también nos acompañan día a día lo que se denomina inteligencia artificial y que es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano. He investigado un poco para ofreceros ejemplos de estos artilugios.

¿Quién no conoce el robot aspirador “roomba”?  Es un aspirador con una programación inteligente y un limitado sistema de limpieza. Para que este efectúe su labor perfectamente tienen que apartarse las sillas, mesas, y sobre todo alfombras pues si son de cierto grosor choca y se para. También existen los robots limpiacristales inteligentes diseñados para facilitar la limpieza de las ventanas por su parte exterior.

El Smartwatch es un reloj inteligente que se conecta a su vez a un teléfono inteligente y en los que puedes leer correos electrónicos, mensajes, notificaciones, ir a galería de fotos, actualizar redes y un largo etcétera. También estos artilugios, por supuesto inteligentes, miden la frecuencia cardiaca, sirven de cronómetros, distancias recorridas, “controlan” nuestro sueño, aunque hay expertos médicos que aconsejan no dormir con estos desarrollados relojes porque pueden provocar insomnio.

¿Quién no te ha hablado alguna vez de las bondades de las bombillas inteligentes?  Estas no son más que bombillas LED que se conectan a la red WIFI y que por lo tanto puedes controlar a través del móvil, asistentes virtuales como Alexa, Siri, Amazon Echo, etc. Asimismo, se pueden conectar y sincronizar con otros aparatos inteligentes del hogar. Con las mismas puedes apagar y encender con la voz, definir la intensidad, color de la luz, y un largo etcétera. Estas bombillas no sirven de nada si cae la cobertura o se va la electricidad.

En otro nivel nos encontramos con domóticas en las casas que son las controladas a través de la tecnología. Abrir ventanas, puertas, calefacción…

¿Sabías que existían los cinturones inteligentes que te avisan cuando te saltas la dieta?

O la Smart huevera que nos informa cuantos huevos quedan en el frigorífico y los que van a caducar. También nos encontramos con el retrete “Numi”, que es de lujo y con elegante diseño. Este se controla por voz, abre y cierra la tapa de forma automática, calienta el asiento, lo precalienta a nuestro gusto y pone música relajante. También existe papel higiénico, portarrollos y jarras de agua inteligentes. Estas últimas son transparentes y nos avisan de la cantidad que queda en dicho envase.

Dentro de la inteligencia artificial existe de todo y solo os pido que lo comprobéis por vosotros mismos. Como los cepillos de dientes que hacen fotografía a nuestra dentadura, o la pulsera “Pavlok” que da pequeñas descargas eléctricas cuando hacemos algo mal. Si no vas al gimnasio, descarga; si te muerdes las uñas, descarga; si estás mucho tiempo en el móvil, descarga…

Por supuesto existen los bolígrafos, cuadernos, gafas, pijamas, ropa interior, calcetines y espejos inteligentes. Estos últimos son interesantes pues además de antivaho puedes ver una película o un programa de televisión porque simulan la experiencia de una Smart TV. Muy aconsejable con el retrete “Numi”.

Y si eso fuera poco también existe el condón inteligente que se lo pone el varón no para hacer la función de un profiláctico sino para medir la frecuencia cardiaca, la calidad del coito o la duración de este. ¡Vaya tela!

Todo lo antes dicho se va al garete si cae la cobertura o hay un apagón de luz.

Nos han hecho depender de la tecnología, hay generaciones que no pueden vivir sin ella. Parece que nos cuesta pensar y hacer las cosas por nosotros mismos. Al final los seres humanos que somos poseedores de la inteligencia y el raciocinio nos vemos inútiles si falla algo de la inteligencia artificial. ¿Qué triste verdad?

Y escribe este artículo una persona totalmente analógica que huye de todos estos inventos de última generación, que escribe todavía con pluma estilográfica, que le gusta vivir la pureza de lo auténtico y hablar, rezar, sentir, reír o llorar con personas de carne y hueso.

Jesús Rodríguez Arias

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