Una madre estadounidense firmó un contrato con su hijo hace un año, para regalarle un iPhone por Navidad. La iniciativa consiguió que toda la familia creciera en responsabilidad a la hora de utilizar la tecnología. La madre de Gregory anima a otras familias a educar, en responsabilidad, a los hijos
Noticia digital (03-II-2014)
Gregory, de 13 años, llevaba un año suplicando a su madre que le comprara un teléfono iPhone. Después de mucho insistir y de haber tenido un comportamiento excepcional, la madre de Gregory, periodista, escritora y activista sobre el uso responsable de la tecnología dentro del entorno familiar, estaba convencida de que Gregory se había ganado el teléfono inteligente.
Janell Burley, que es como se llama la madre de Gregory, sabedora de los beneficios y de los peligros de la tecnología que pensaba regalar a su hijo, ideó un contrato de aceptación, que Gregory debía firmar y cumplir para convertirse en un «orgulloso propietario de un iPhone», asegura Janell en su blog.
Contrato entre Gregory y Janell
Querido Gregory:
¡Feliz Navidad! Ya eres el orgulloso propietario de un iPhone. ¡Impresionante! Eres un chico de 13 años bueno y responsable y te mereces este regalo. Pero aceptarlo significa aceptar una serie de normas y obligaciones. Por favor, lee con detalle el siguiente contrato. Espero que comprendas que es mi deber educarte para que seas un joven sano y maduro, capaz de funcionar en el mundo y de coexistir con la tecnología, no de vivir controlado por ella. El incumplimiento de esta lista significará que dejarás de ser dueño del iPhone.
Te quiero con locura y estoy deseando compartir varios millones de mensajes de texto contigo en el futuro.
1. Es mi teléfono [de la mamá]. Yo lo he comprado. He pagado por él. Yo te lo cedo. ¿No soy la mejor?
2. Siempre sabré la contraseña.
3. Si suena, responde. Es un teléfono. Di hola, sé educado. Nunca ignores la llamada si es de tu padre o de tu madre. Nunca la ignores.
4. Danos el teléfono a las 19.30 p.m., si al día siguiente tienes clases, y a las 21.00 p.m., el fin de semana. Se apagará durante la noche y se volverá a encender a las 07.30 a.m. Respeta los horarios de las otras familias, como a nosotros nos gusta que también se nos respete.
5. El teléfono no irá contigo al colegio. Conversa con la gente con la que luego te mandas mensajes. Es una habilidad social.
6. Si se te cae a la bañera, al suelo o se rompe, tú eres el responsable de pagar la reparación. Debes tener ese gasto previsto.
7. No uses la tecnología para mentir o vacilar. No participes en conversaciones que pueden herir a otros. Sé un buen amigo o al menos aléjate de esas situaciones.
8. No envíes mensajes, correos o contactes con gente con la que no lo harías en persona.
9. No converses por el teléfono móvil con las personas a las que no traerías a casa.
10. Nada de porno. Busca en Internet información y compártelo conmigo. Si tienes cualquier duda pregunta a alguien. Preferiblemente a tu padre o a mí.
11. Apágalo o ponlo en silencio cuando estés en público. Sobre todo en los restaurantes, cines o cuándo estés hablando con una persona. No eres maleducado, no dejes que un iPhone cambie eso.
12. No envíes o recibas imágenes de las partes íntimas de nadie. No te rías. Algún día estarás tentado aunque seas muy inteligente. Es peligroso y pude arruinar tu adolescencia. Es una mala idea. El ciberespacio es más grande y poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo desaparezca, incluida la mala reputación.
13. No hagas fotos y vídeo de todo. No hay necesidad de documentar tu vida entera. Vive tus experiencias. Se almacenarán en tu memoria para siempre.
14. De vez en cuando deja el teléfono en casa y siéntete seguro con la decisión. No es una extensión de tu cuerpo. Aprende a vivir sin él.
15. Descarga música nueva, o vieja, o diferente de la que escuchan millones de personas al mismo tiempo. Tu generación tiene acceso a más canciones que nunca nadie ha tenido opción antes. Disfruta la ventaja. Expande tus horizontes.
16. Los juegos de palabras, puzles o los de entrenamiento mental son los mejores.
17. Mantén los ojos abiertos. Mira el mundo que pasa a tu alrededor. Mira por las ventanas. Escucha a los pájaros. Da paseos. Habla con desconocidos. Pregúntate sin usar Google.
18. Si pierdes el rumbo te quitaré el teléfono. Nos sentaremos a hablar sobre ello y empezaremos de nuevo. Tú y yo estamos siempre aprendiendo. Estoy en tu equipo y estamos juntos en esto.
Resultado positivo
Un año después de la firma del contrato, Janell ha reconocido que ha sido todo un éxito. En una ocasión le tuvo que quitar el móvil a su hijo y volver a empezar pero, en líneas generales, Gregory ha cumplido con el contrato.
Lo más importante de todo es que la familia trabaja junta por mantener una actitud responsable ante la tecnología: «La tecnología es una hermosa herramienta, emocionante, de nuestro mundo. Deja que sea divertido, que sea una herramienta social, creativa y expansiva. Gregory sabe que nunca podrá sustituir la lectura de un libro o un café con un amigo o un paseo por el bosque, pero ambas cosas puede coexistir», concluye Janell.
José Calderero
@jcalderero
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