El martes siete de octubre
ocurrieron dos hechos que ponen en valor el papel de los perros policía, así
como de sus guías, ante situaciones adversas. La primera hace referencia a lo sucedido
en Madrid y tiene como protagonista a Scottex.
Este noble perro de la Policía
Nacional, buscando entre lo destruido del edificio derrumbado en la calle
Hileras de Madrid han mostrado al mundo la intensidad de una aciaga noche
marcada por la tragedia y también por la Esperanza. Scottex localizó a las dos
últimas personas desaparecidas bajo los escombros en una operación que duró
hasta la madrugada del miércoles ocho.
Scottex pertenece a la Unidad
de Guías Caninos de la Policía Nacional, tiene siete años y, junto a su guía Manuel
Cortés, ya han sido condecorados en varias ocasiones. En su hoja de servicios
consta que encontró el cuerpo de Pablo Sierra, el joven que cayó al río
Guadiana en Badajoz, y los cadáveres de los menores Ángel y Fernando en el
vertedero de Toledo.
Manuel, su guía, es isleño, de
la hermandad del Huerto, a la que cada Martes Santo intenta hacer lo imposible
por acompañar a sus Titulares, aunque viva cerca de Madrid donde ejerce sus
servicios profesionales. Tanto a él como a su mujer e hija vienen a San
Fernando para vivir una Semana Santa única.
Se da la circunstancia que Scottex tiene un capítulo dedicado en mi último libro dedicado a la Policía Nacional titulado “de corazón azul”.
Seguimos situados en el martes
siete de octubre, aunque ya en el sur, en la Sierra de Cádiz, en el término
municipal de Benaocaz, más concretamente en el Pico de la Silla. Se dio aviso
de la desaparición de un joven legionario de veintitrés años destinado en Ronda
y natural de Chiclana de la Frontera. Se
puso en marcha el dispositivo de rescate y la activación del Grupo de Rescate e
Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) con base en Ubrique y con
un helicóptero del Instituto Armado desplazado desde Granada.
Xia, pastor belga malinois, perra
de rescate de la Guardia Civil adscrita al GREIM, fue quién dio con el cuerpo
sin vida del joven legionario. Posteriormente los efectivos de rescate
evacuaron al fallecido que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para
realización de la autopsia.
En un mismo día, en lugares
diferentes dos canes, uno de la Policía Nacional y la otra de la Guardia Civil,
prestaron un extraordinario servicio. Unas veces, como las que os he descrito,
encuentran cadáveres y otras muchas salvan vidas. De ahí la importancia de
estos servicios dentro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado,
FF.AA., Policía Local que muchas veces pasan desapercibidos. Son los guías
caninos quienes todos los días trabajan con estos magníficos ejemplares,
preparándolos para que rindan al doscientos por cien cuando son activados. Mi
gratitud a todos ellos y en los casos concretos de Scottex y Xía a Manuel y
Aitor.
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