lunes, 23 de septiembre de 2024

MI OTOÑO

 


 

Hoy en día tiene colores y sabores del norte...

De mi otoño os hablo en mi semanal tribuna de todos los lunes en San Fernando Información.

Jesús Rodríguez Arias


 

MI OTOÑO

Hoy en día tiene colores y sabores del norte. Disfrutar paseando sobre una alfombra cobriza de hojas recién caídas de los centenarios robles que nos rodean, de humeantes guisos que reconfortan cuerpo y alma.

Este año nuestro otoño se ha anticipado desde que llegáramos a Loma Somera, bonito pueblo del Real Valle de Valderredible, en la Cantabria interior en la que habitamos. El lunes dos de septiembre salimos con bastante calor de Villaluenga del Rosario, que estaba en plena fiestas, y tras breve paso por Jerez de la Frontera pusimos carretera y aire acondicionado con destino el norte de España.

Paramos en una estación de servicios que se encuentra situada en la Autovía Ruta de la Plata, más concretamente en Villafranca de los Barros, provincia de Badajoz. Allí descansamos algo, tomamos un tentempié y nos dio tiempo para dar un pequeño paseo a Enriqueta y Fernanda. Hacía bastante calor. Siguiente parada ya por la tarde en Béjar (Salamanca), en la antigua estación de ferrocarriles, convertida en “Vía Verde” donde pueden estacionar las autocaravanas un máximo de cuarenta y ocho horas. También hacía calor.

Tras este descanso nos dirigimos ya hacia Cantabria pues intentábamos llegar a Loma Somera pasadas las once de la noche cosa que se cumplió. Cuando lo hicimos el mercurio señalaba nueve grados centígrados. Pasamos del tórrido verano al otoño-invierno en no más de catorce horas.

A finales de verano y principio de cada otoño comienzan las actividades en instituciones académicas, civiles y religiosas. Me ha alegrado y mucho la Exaltación Poético-Musical en honor de la Hermana María Cristina de Jesús Sacramentado que está organizado por la cantautora Rosa María Salceda y que en esta ocasión ha contado con la participación de mi querida hermana Gema María Rodríguez Estévez que leyó un reflexivo texto salido de su corazón que emocionó a cuantos la escucharon de viva voz.

Sí, es el otoño un tiempo para hacer, programar, así como orar y pensar. La vida adquiere otra tonalidad, el paso se hace más pausado, nos va preparando para el duro invierno. El pasado martes un amigo de Requejo me decía que igual que cuidamos el cuerpo también debemos hacerlo con la mente pues en caso contrario lo normal es que nos vayamos idiotizando que es el estado en el que nos quieren los poderosos. Por eso es imprescindible, debería ser incluso recetado por los médicos, el cultivar momentos de meditada oración y pensamiento. Quién tiene clara la mente también lo tiene el corazón y por tanto el cuerpo. ¿De qué nos sirve estar musculados y tener un atlético cuerpo si no sabemos qué hacer con él? Buena alimentación, ejercicio físico y también dar el tiempo necesario a ejercitar la mente, hacer trabajar las neuronas, que nos abren las puertas de conocimiento, así como de la Fe. A mí la buscada soledad, lo he de reconocer, en la que me hallo en Loma Somera es la mejor simiente para pensar y escribir. Ese silencio solo roto por el agua de la cercana fuente, los ladridos de los perros, el rebuznar de los borriquillos o Félix, nuestro gatito cántabro, que maúlla sonoramente para captar nuestra atención, es gozoso manantial pues nos adentra en la interiorización más personal que nos hace buscar la Verdad que nos hace Libres.

El otoño es más de puertas para adentro, de disfrutar de la vida, de los parajes naturales que nos rodean, de la compañía de nuestros seres queridos, de momentos de soledad leyendo al calor del crepitar de la chimenea o escuchar música que siempre relaja.

En San Fernando estamos celebrando la efeméride de cuando España fue una Isla, cuando nos erigimos junto a Cádiz en los bastiones patrios que defendían nuestra existencia frente al ejército francés que quería invadirnos en la Guerra de la Independencia. No se lo permitimos pues fueron muchos los españoles de todo el territorio nacional los que le plantaron cara, a costa de sus propias vidas. Esa defensa de la Libertad hizo que venciéramos al todopoderoso Napoleón Bonaparte. Ojalá tuviéramos la valentía de defenderla donde la misma es diariamente agredida.

Otoño con sus colores cobrizos, el sol amarilleando y esperando que la lluvia moje nuestros campos…

Jesús Rodríguez Arias

No hay comentarios:

Publicar un comentario