El Padre Pío no solo fue un hombre santo, trabajador milagroso y místico. Él también era profeta. Edward Pentin compartió recientemente una historia fascinante en el National Catholic Register, sobre las predicciones del santo de Pretelcina con respecto a las consecuencia demográficas del aborto.
“El día en que la gente pierda su horror frente al aborto” – San Padre Pio dijo – “va a ser el día más terrible de la humanidad. El aborto no solo es homicidio, sino también suicidio”.
Ante la confusión de sus palabras en las personas que lo escuchaban, el Padre Pío explicó “El suicidio de la humanidad será entendido por aquellos que verán a la tierra poblada de ancianos y sin niños: quemada como un desierto”.
El Padre Pío no se equivocó. El Banco Mundial indicó que en 1963 habían un mínimo de 36 bebés al año por cada mil personas en el mundo. En el 2016 ese número bajó a 19 bebés. Y en el 2010 se proclamó que Islandia sería el primer país donde el Síndrome de Down desaparecería. Efectivamente, se debe en gran parte a los abortos.
Y si se piensa que esta es una postura meramente religiosa, Julián Marías, filósofo, profetizó en 1992: “Por esto me parece que la aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo…”.
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