El presidente de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) denunció que “los brutales atentados perpetrados contra iglesias y hoteles de Sri Lanka el pasado Domingo de Pascua, ponen de manifiesto que 2019 es ya uno de los años más sangrientos para los cristianos”.
Los terroristas musulmanes del Estado Islámico reivindicaron la autoría de los atentados, que según las autoridades podrían haber sido un acto de venganza contra la masacre de Christchurch (Nueva Zelanda), en la que un hombre mató a 49 personas en dos mezquitas a mediados de marzo.
En una nota difundida el 26 de abril, ACN recuerda que además de Sri Lanka, en este 2019 han ocurrido diversos ataques contra los cristianos como los siguientes:
El día de Año Nuevo milicias islámicas séléka atacaron una misión católica en la diócesis de Bangassou, en República Centroafricana. Hubo decenas de muertos y unas 20.000 personas huyeron de la violencia.
A finales de enero se registró un atentado islámico contra la catedral de Jolo con 20 muertos y unos 90 heridos, en el sur de Filipinas.
A mediados de marzo, aldeas cristianas del estado nigeriano de Kaduna se vieron atacadas por miembros de las tribus nómadas de los Fulani, predominantemente musulmana, dejando más de 130 muertos.
A finales de marzo una escuela católica del estado federal indio de Tamil Nadu sufrió agresiones de nacionalistas hindúes extremistas, durante los cuales se produjo una auténtica cacería contra las religiosas que trabajan allí.
“Los ataques en Sri Lanka son la sangrienta culminación de un proceso que se viene produciendo desde hace años: la persecución de los cristianos no conoce fronteras; no se toma pausas, mucho menos en las fiestas cristianas más importantes; no tiene piedad de las personas inocentes, que a menudo se convierten en chivos expiatorios de procesos globales”, dijo Heine-Geldern.
ACN indicó además que la amenaza del Estado Islámico sigue presente en Medio Oriente, así como la de los terroristas de Boko Haram en el norte de Nigeria.
“Decir que el EI fue derrotado militarmente y por lo tanto ya no existe, es un juicio erróneo porque la ideología existe todavía, sus seguidores siguen en activo y los canales de contacto parecen funcionar. Nuestros partners de proyectos en el Oriente Medio siguen enormemente preocupados”, indicó Heine-Geldern.
De otro lado, la fundación pontificia expresó su preocupación por la situación de violencia en países latinoamericanos como Nicaragua y Venezuela. Allí, señala la nota, a causa de las turbulencias políticas, se producen continuamente agresiones a obispos y sacerdotes.
“Se debe a una mezcla de ideología política anticatólica y la acusación de que la iglesia interfiere injustificadamente porque llama a la resistencia contra gobiernos autoritarios o contra la corrupción. Esto la convierte en un objetivo de agresión y violencia”, explica Heine-Geldern.
Informe de Libertad Religiosa de ACN
El Informe de Libertad Religiosa de ACN, cuya última edición fue presentada en noviembre de 2018, muestra la situación en 196 países, especialmente la de aquellos donde los cristianos sufren persecución.
Heine-Geldern alertó que diversos lugares la persecución contra los cristianos se ha recrudecido.
“Esto puede observarse actualmente en países africanos como Burkina Faso, Níger y Benín. Allí, la presión sobre las misiones católicas, a los sacerdotes y a las religiosas está aumentando dramáticamente. La gente tiene cada vez más miedo”, lamenta.
“Corresponde a los gobiernos y a la ONU trabajar por la paz, garantizar la libertad religiosa y evitar los ataques antirreligiosos. Por parte de las estructuras eclesiásticas es importante apoyar a los cristianos perseguidos a través de la oración y la ayuda activa, así como prestarles voz y rostro”, destacó el presidente de ACN.
“Esta es la misión de ACN desde hace más de 70 años, un trabajo que merece todo el apoyo y esfuerzo de cara a la creciente violencia contra los cristianos”, concluyó.
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