Este artículo publicado en mi semanal tribuna de Información San Fernando tiene mucho de Pascua, de pascuas de hacerse la pascuala unos a otros, de la Buena Noticia de la Resurrección y de la eterna campaña electoral que llevamos sufridas los españolitos de a pie... ¡Y lo que nos queda hasta el 26-M!
Este artículo tiene mucho de verdad y también de cierta ironía...
Jesús Rodríguez Arias
PASCUAS
Y PASCUAS
Es muy normal escuchar a modo
de saludo o despedida eso de Feliz Navidad o Año Nuevo pero ya es más difícil
el escuchar en la vida ordinaria esa preciosa salutación en la que uno desea a
otro: ¡Felices Pascuas!
Y lo que hacemos es
simplemente el desear y compartir nuestra felicidad ante el hecho más
importante en nuestra vida como cristianos y que no es otra cosa que la
Resurrección de Cristo que da sentido a nuestra Fe, que da validez a todo
cuanto Él nos dijo, que permanece con nosotros por medio del Santísimo
Sacramento del Altar, que hasta permite que cada uno nos convirtamos en
temporales tabernáculos cada vez que comulgamos al celebrar la Eucaristía, que
su mensaje de Amor, Misericordia, Perdón, llena nuestros corazones dotándolos
de Esperanza que alimenta la Fe desde las profundidades del espíritu.
Sí, Jesús ha Resucitado y
todos y cada uno de nosotros con Él. Este hecho, inexplicable desde la lógica
humana, es suficientemente importante para desear a nuestros semejantes desde
el corazón unas Felices Pascuas que es lo mismo que la unión en la Alegría que
sentimos al comprobar que Jesús no solo
no ha muerto, no solo no se ha ido, sino que está con nosotros hasta el
fin de nuestros días como el Amigo Fiel que nunca falla.
Esa felicidad es la que quiero
transmitir, la que quiero compartir con todos vosotros desde la verdad y sin un
atisbo de falserío, de quedar bien. No, el tiempo pascual que estamos viviendo
es más intenso, más de verdad, que lo que hemos convertido entre todos la
Navidad que celebramos de todo pero nos olvidamos de lo esencial, de lo que da
sentido a estas fiestas, como es el Nacimiento del Niño Dios, que es el mismo
que ayer nos ha resucitado de la muerte. Pero una cosas es celebrar la Pascua
de Resurrección y otra muy distinta hacernos la pascua o la pascuala.
La pascua o la pascuala que es
una derivación del término hacia las malas intenciones. ¡Qué nos gusta hacernos
la “pascua” unos a otros! Parece como si nos incomodara el vivir en paz.
¿Piensas que en verdad se puede disfrutar haciendo daño a tu semejante? ¿Qué
rédito sacas? ¡Con lo fácil que es la vida y lo complicada que la hacemos
siempre!
Empieza esta primera semana de
Pascua de Resurrección cuando ya estamos inmersos en los últimos días de una
luenga campaña electoral que cuando se abran las urnas, para disgusto o no de
los contrincantes, se sepa quién ha “ganado”, que serán todos pues no conozco a
un político que en su vida haya perdido, y hasta a lo mejor se vislumbra quién
puede ser presidente del gobierno empezará otra nueva y también muy intensa
como son las municipales, en gran medida, las autonómicas donde corresponda y
las europeas que salvo a los partidos son los comicios que menos interés
despierta en la población.
En dos meses se pondrán sobre
el tapiz varias urnas donde se dirimirá quién es quién en cada contienda
electoral. En dos meses se intensificarán los roces, que no el cariño, y entre
uno y otro se harán la pascuala sin atisbo de desearse, ni en propio ni
extraños, un atisbo de felicidad. En dos meses se renovarán parlamentos y
consistorios donde en algunos cambiaran de siglas, otros de personas, y pocos
de ideas…
Pero os confesaré en este
Lunes de Resurrección cuando la Semana Santa es todavía un reciente recuerdo
que prefiero mil millones de veces la urna que traslada a Cristo Yacente en Su
Entierro Santo que aquí en La Isla se reviste cada año en máxima solemnidad que
las que se abrirán este domingo en cada colegio electoral y que supondrán que
algunos resuciten ante los votos logrados mientras otros, que no lo reconocerán
en público, sufrirán en carnes propias lo que es un laico entierro ya que no
han conseguido de los españolitos de a pie el ansiado voto que les garantice la
enésima prórroga para seguir viviendo como un maharajá mientras que los
majaras, entre los que me hallo, tienen que levantarse cada día para sacar
España hacia adelante y con ella sus raíces, cultura, tradiciones y
devociones...
Felices Pascuas a pesar de la
campaña electoral.
Jesús Rodríguez Arias
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