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La alemana Gabriele Kuby, nacida en 1944, socióloga formada en Constanza y Berlín, vivió un tiempo los "ideales de mayo del 68", fue abandonada por su marido con 3 hijos, buceó en el mundo de las espiritualidades alternativas y solo en 1997, a los 53 años, se hizo católica.
Hija de escritor izquierdista, había vivido en primera persona las supuestas "maravillas" de la revolución sexual y de las familias que se rompen. Fue discípula del sociólogo progresista Ralph Dahrendorf. Pero años después estudió la familia como socióloga, con conciencia crítica.
Ahora se traduce en español su libro La Revolución Sexual Global (Didaskalos), un manual de 490 páginas muy completo, que denuncia las actuales ideologías anti-vida y anti-familia, que son también anti-libertad y que se están implantando desde el poder político y mediático en contra de las familias, de los padres, las madres y, especialmente, de sus hijos. [El libro puede pedirse también en Ociohispano.es].
Gabriele Kuby, autora de Revolución Sexual Global (Didaskalos)
Una estragia del poder contra las familias
"Todos perciben los efectos del vuelco de los valores, como la destrucción de la familia, pero son pocos los que son conscientes que detrás de este vuelco se cela una estrategia de las élites de poder, desde la ONU a la Unión Europea, pasando por la alta finanza", explicaba en Tempi.it al presentar la edición italiana.
"La desregulación de las normas sexuales conduce a la destrucción de la cultura. La Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948 establece que la familia es el núcleo de la sociedad y que necesita una reglamentación moral para existir. Con todo lo que agrede a los niños mediante los medios de comunicación social, internet y la educación sexual obligatoria que es impartida en los colegios, es difícil para los niños convertirse en adultos maduros, es decir, en grado de asumir la responsabilidad de ser madres y padres".
¿Jóvenes maduros para fundar familias?
En 1981 las mujeres residentes en España tenían su primer hijo a los 25,2 años de edad. Hoy las españolas se casan, de media, con 32 años (los varones con 35), y a esa edad tienen su primer hijo. Y aún así se casan pocos y tienen pocos hijos (España hace tres años que pierde población).
En La Revolución Sexual Global, Gabriele Kuby trata muchos temas que debilitan la familia, rastreando sus antecedentes históricos. Pero un tema al que da especial importancia es al de la sexualización de los niños. Es a menudo a espaldas de los padres: la escuela y los medios de comunicación quieren insistir en iniciar a los niños cuanto antes como consumidores de deseo sexual.
Es fácil que una pareja homosexual o un "monitor sexual" acuda al colegio de nuestros hijos a predicar las maravillas del sexo (que puede ser "con quien quieras o sin amor"). Es mucho más difícil, por no decir imposible, que vayan al colegio matrimonios veteranos, incluso ancianos, explicando cómo se han amado y mantenido fieles toda su vida. E incluso hay leyes -como las leyes LGTB autonómicas españolas- que pueden multar a quien, en la escuela, ose cuestionar o criticar las uniones no tradicionales.
Contra la sexualización precoz de los niños
Kuby dedica varias páginas a explicar "12 buenas razones para detener la sexualización de los niños por parte del Estado". Denuncia que se busque invitar a los niños a experimentar con el sexo, o al menos a interesarse en él, incluso antes de la pubertad, y que en muchos casos se les adoctrine con ideología de género o directamente hedonismo.
"La educación en la estimulación sexual, un entorno sexualizado (medios de comunicación) y la carencia espiritual son las condiciones previas para que los niños desarrollen necesidades sexuales", escribe. Podría añadirse que los "medios de comunicación" ya no son el televisor en el comedor de casa, ni siquiera el televisor en el cuarto del niño (algo que desaconsejan todos los educadores) sino la infinita oferta de Internet sin filtros (incluyendo pornografía) del i-Phone en el bolsillo del menor.
Con todo, un padre puede decidir que su hijo no tenga móvil, pero no puede dejar de enviarlo a la escuela. Por eso, Kuby señala esas 12 razones por las que la escuela debería dejar de hablar de sexo a los niños (más allá de la información biológica básica que todos conocen).
12 razones por las que la educación sexual liberal daña a los niños y la sociedad
1. La liberalización de la sexualidad lleva a la decadencia cultural
"La ruptura de la familia, la bajada de logros académicos, la generalización de trastornos psicológicos, la propagación de enfermedades de transmisión sexual y el asesinato de millones de niños por nacer son alarma que señalan que la sociedad está en declive", apunta Kuby. Se necesitan más controles, no menos, para fortalecer la sociedad.
2. Esta liberalización destruye la familia como mejor entorno para los niños
Un matrimonio monógamo, unido, que engendra y protege a sus hijos: eso es lo mejor. "Estudios científicos confirman lo que todos saben: los niños crecen mejor en una familia estable con padres biológicos que mantienen un matrimonio de bajos conflictos". Así se forja una generación de ciudadanos que "confía en sí misma y es independiente". Los hijos de familias rotas arrastran heridas. Kuby lo sabe como socióloga, y como madre de familia rota.
3. La sexualización priva a los niños de su infancia
Kuby cita el libro de 1982 The Disappearance of Childhood, del sociólogo Neil Postman (1931-2003), discípulo de Marshall McLuhan, que señala tres efectos de la desaparición de la etapa "niñez": peor alfabetización, peor educación, peor sentido del pudor. Incluso en esa era antes de Internet la TV ofrecía mucha gratificación rápida. "La civilización no puede existir sin el control de los impulsos, particularmente el impulso de agresión y el de gratificación inmediata. Estamos constantemente en peligro de ser poseídos por la barbarie, de ser invadidos por la violencia, la promiscuidad, el instinto, el egoísmo. El pudor es el mecanismo por el cual la barbarie se mantiene a raya", escribió.
4. La sexualización de niños y adolescentes socava la autoridad paterna
Kuby denuncia que en la actualidad, cuando muchas asociaciones hablan de "derechos de los niños" se refieren a disolver la autoridad paterna y familiar. "Los niños sexualizados se escabullen del abrazo de sus padres y amenazan no sólo a las buenas relaciones padre-hijo sino también a una vida familiar satisfactoria".
En muchos sitios la educación sexual es un mero adiestramiento en utillajes anticonceptivos, junto con adoctrinamiento en mentalidad anticonceptiva
5. Sexualizar a los niños va contra su desarrollo hormonal natural
La madurez sexual física es un proceso largo y paulatino, y la madurez sexual psicológica es más largo aún: y sin embargo en la "educación sexual infantil" de los colegios se viola este ritmo natural, creando en ellos unos deseos e inquietudes que no corresponden.
6. La masturbación habitual va ligada a más riesgo de sexualidad narcisista
En estos cursos de sexualidad liberal para niños se les anima a experimentar una y otra vez con la masturbación, sin avisar que el hábito puede llevar fácilmente a la adicción, enganchados también a la pornografía, con todos sus problemas relacionados.
Un ejemplo de charla de ideología de género transexual para padres en un colegio de la región de Madrid en 2016; un rato antes impartieron otra para niños
7. La "incertidumbre de género" puede llevar a trastornos de personalidad
Decirle a los niños y niñas que lo que sienten es "un estereotipo", que pueden ser otra cosa, que pueden incluso cambiar, o que cualquiera de sus amigos podría ser de otro género pero ocultarlo, es sembrar "incertidumbre de género", y eso genera identidades débiles titubeantes. Muchas veces llaman "educación en la diversidad" a lo que es mera deconstrucción del género.
8. Pedir a los niños puberescentes que "salgan del armario" ataca al desarrollo natural
Un estudio de 2007 (de R.C.Savin Williams y G.L.Ream) señalaba que el 70% de los chicos de 17 años que reconocían atracciones exclusivamente homosexuales, cuando llegaban a los 22 años ya se declaraban exclusivamente heterosexuales.
En la adolescencia hay una gran fluctuación de sentimientos, y los niños y adolescentes no deberían ser presionados ni animados a "salir del armario" (es decir, autodeclararse miembros de la identidad LGTB). Además, "un estudio realizado por el investigador abiertamente homosexual Gary Remafedi indica que cuanto antes 'sale del armario' una persona, mayor es el riesgo de intento de suicidio. Cada año que se retrasa esta 'salida' disminuye el riesgo" (fue publicado en Pediatrics, 87 en 1991).
9. Hablar de la homosexualidad a menores, sin explicar sus riesgos, los pone en peligro
La conducta homosexual va ligada a mayores tasas de depresión, trastornos de ansiedad, consumo de sustancias y adicciones, riesgo de suicidio y de enfermedades sexuales. Los activistas LGTB dicen que es "por la presión del ambiente anti-LGTB" pero no pueden demostrarlo. El periodista homosexual Michael Hobbes, en The Huffington Post, reconocía que incluso en ambientes amigables con lo LGTB se daban estos graves riesgos (léalo en español aquí). Si se da información a los jóvenes sobre homosexualidad, se han de dar estos datos científicos.
10. Enseñar que las familias rotas son "normales" dificulta que los niños superen sus heridas
Cuando se rompe una familia, el niño queda herido. Y para superar la herida, primero hay que reconocer que hay herida. Si los adultos le repiten que no hay herida, que es normal, que no tiene derecho a estar herido, solo se le consigue dañar más.
11. La destrucción de la familia lleva al control estatal de los hijos
Hay cosas que se aprenden bien en la familia, de niño, pero es muy difícil aprender de mayor, en hogares estatales, prisiones, terapeutas, consejeros, psicólogos, etc... "La confianza básica, el compromiso, los buenos modales, la voluntad de aprender, la productividad, la confianza en uno mismo..." son ese tipo de cosas. Los jóvenes violentos, conflictivos, etc... "rara vez provienen de familias intactas con una figura paterna presente". Cuanto menos deja el Estado actuar a las familias, más consigue "justificación para incrementar su intrusión".
12. La crisis demográfica es resultado de separar sexualidad y fertilidad
En Occidente, y más en España, cada vez hay menos jóvenes, que se casan cada vez más tarde, y apenas tienen hijos. El resultado es una población envejecida de dificil mantenimiento, a punto del colapso demográfico. "Considerando este desarrollo, ¿por qué el gobierno está educando niños y adolescentes para convertirse en expertos en anticoncepción y despejando el camino al aborto y la homosexualidad?"
Que circulen los hallazgos de la ciencia
Finalmente Kuby lanza una pregunta de tipo científico: "¿Dónde están los argumentos y la investigación científica que muestren que la sexualidad temprana, sin compromiso, promiscuo o con el mismo sexo hace que las personas sean sanas, competentes, capaces de compromiso, dispuestas a procrear y felices?" La ciencia sociológica muestra más bien lo contrario.
Este de la sexualización acelerada de los niños es solo uno de los muchos temas que trata Kuby en "La Revolución Sexual Global", un libro contundente y completo que vale la pena tener a mano para refutar los bulos de la ideología de género y del relativismo hedonista.
Publicado originariamente en Religión en Libertad el 31 de octubre de 2017
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