La revista fundada en 1999 tiene como objetivo la difusión de la doctrina de la Iglesia y la fidelidad al Santo Padre.
(InfoCatólica) En febrero de 1999, la Congregación Mariana de Talavera de la Reina (Toledo, España) editó por vez primera la revista «El Taller del Orfebre». El objetivo de la es formar e informar sobre la verdad del Evangelio, la doctrina de la Iglesia y la fidelidad al Santo Padre. Durante los 20 años se ha caracterizado por difundir el magisterio de la Iglesia a un gran número de fieles.
La congregación mariana del Colegio «Compañía de María» de Talavera de la Reina es la promotora de esta publicación. Sus miembros reconocen que «nuestro deseo es llevar a Jesucristo a través de la Virgen María. Y no olvidamos que San Juan Pablo II con su «TOTUS TUUS» ha inspirado muchas de nuestras páginas.»El título de la revista está tomado de la obra de teatro escrita en 1956 por Karol Wojtyla cuando era profesor de la Universidad de Lublín. Es una meditación dramatizada sobre el sacramento del matrimonio a través de la historia de tres parejas. Por eso entre los temas más destacados de la revista siempre han estado los asuntos relacionados con la vida y la famila.
Con motivo del 20 aniversario, el Cardenal Sarah se unió en acción de gracias a la labor desarrollada por la publicación.
En 1960 veía la luz, en la revista Znak, una obra publicada bajo el pseudónimo de Andrzej Jawien con el título «El taller del orfebre», una meditación sobre el sacramento del Matrimonio. Unos cuarenta años más tarde, a bastantes kilómetros de Polonia, en concreto en la ciudad de Talavera de la Reina, nacería una revista que, en homenaje a san Juan Pablo II y con la finalidad de profundizar y dar a conocer el corazón y la voz de este «Profeta», tomaría el nombre de dicha obra.Durante estos veinte años, tal como se puede constatar a lo largo de los números publicados, esta revista ha desempeñado la misión de acercar a los fieles el magisterio de la Iglesia que Dios nos ha dado a través de los Romanos Pontífices, para que los lectores pudieran conocer «la verdad que han de creer, la caridad que han de practicar, la bienaventuranza que han de esperar» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2034).Dios nos habla a través del Papa, así lo he sentido a lo largo de mi vida. San Juan Pablo II me llamó a colaborar con él como Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; ahí pude ver que la belleza de la Iglesia no reside en el número de fieles sino en que estos sean santos.Benedicto XVI, al llamarme a presidir el Pontificio Consejo Cor Unum, me permitió experimentar la compasión y la proximidad de la Iglesia para con los pobres. Francisco, al ponerme al frente de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha puesto en mis manos la responsabilidad de llevar a cabo el deseo de Sacrosanctum Concilium: la participación plena, consciente y activa de todo el Pueblo de Dios en las celebraciones litúrgicas (cf. n. 14).Sirva, por tanto, esta efemérides para hacer memoria agradecida de cuantos han hecho posible llegar hasta este XX aniversario, con esfuerzo y dedición, y, en segundo lugar, para reavivar el amor a la Iglesia y al Sucesor de Pedro.Por todo esto, quisiera unirme en esta acción de gracias a Dios, dador de todo bien, a todos los que formáis la familia del «Taller del orfebre», padres y alumnos de los Colegios que, con tanto amor y cariño, dirigen las religiosas de la Orden de Hijas de Nuestra Señora.Con mi más profundo afecto, oración y bendición+ Robert Cardenal Sarah
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