Mientras que Alemania tiene el potencial de ser un importante líder europeo, la Iglesia en el país debe tomar una posición firme para insistir en la dirección moral también, dijo el Cardenal Gerhard Müller en una reciente entrevista.
“Alemania es el país líder a nivel económico, pero también necesitamos liderazgo en la orientación moral y ética”, dijo el ex Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Además, advirtió que “la mayoría de los líderes europeos y autoridades están demasiado vinculados con ciertas ideologías” como el apoyo al aborto, la eutanasia y el matrimonio homosexual.
“Creen que este es el progreso de la humanidad, pero es una regresión”, aseveró.
El Cardenal Müller habló con Catholic Outlook, el diario diocesano de Parramatta (Australia), durante un reciente viaje a este país para dar una charla a un grupo de sacerdotes.
Comunión para protestantes
En la entrevista, publicada el 23 de julio, el Cardenal Müller respondió a una pregunta sobre los obispos alemanes que propusieron dar la Comunión a protestantes casados con católicos.
“Desafortunadamente, nuestros obispos están pensando más en categorías de política y poder y no en la línea de la Nueva Evangelización”, lamentó el Cardenal Müller, y añadió que si no hay plena comunión en la fe, “no es posible tener plena comunión en la expresión sacramental, especialmente en la Eucaristía”.
En ese contexto, aclaró que “tener un sentimiento religioso o sentimiento de que estamos juntos” es “muy bueno”, pero “no es suficiente para la comunión sacramental”.
“Espero que los obispos alemanes encuentren el camino de una comprensión religiosa y espiritual más grande de la Iglesia y respeten también los fundamentos de la fe católica, que no pueden cambiarse”, aseveró.
Relación Iglesia-Estado
El Cardenal Müller también habló sobre la relación entre Iglesia-Estado. Expresó que el gobierno tiene roles, pero también limitaciones; y que no todas las acciones legales son morales.
“El poder del Estado debe ser responsable ante lo trascendente, ante la ley superior y la realidad”, dijo el Cardenal, y recordó que el poder del gobierno no es absoluto, sino que “debe adherirse a la ley moral natural que es universal”.
“Los esfuerzos para violar esta ley moral natural –por ejemplo, legalizando el aborto o intentando obligar a los sacerdotes a violar el secreto de confesión– son injustos”, afirmó.
También dijo que el Estado “debe ser tolerante y aceptar las diversas religiones, pero sobre la base de los derechos humanos y la ley moral natural”.
“Nosotros, como Iglesia Católica, somos los promotores de la libertad religiosa y no solo la requerimos para nosotros mismos. No somos un lobby para nosotros mismos, pero somos los promotores de este derecho natural, que todos merecen: libertad religiosa derivada de la ley moral natural y la libertad de conciencia”, recordó.
Católicos y la política
El Cardenal también advirtió a los católicos de no caer en las etiquetas políticas de conservadores y progresistas.
“Es absolutamente necesario que superemos esta distinción, este cisma en la Iglesia, así como en las otras comunidades cristianas donde tenemos este problema. La Palabra de Dios es esta realidad que une, unifica a todos. No estamos divididos en partes. Todos unidos en el único Cuerpo de Cristo, somos miembros del Cuerpo de Cristo, Cristo es la cabeza de Su cuerpo, que es la Iglesia misma”, explicó.
Sobre la división entre católicos “liberales” y “conservadores”, el Cardenal Mueller advirtió que “es contra el Espíritu Santo, quien une a la Iglesia y es el antídoto contra las divisiones y separaciones”.
“Nadie, ni siquiera el Papa y un concilio, tienen una línea directa con el Espíritu Santo porque no reciben una nueva revelación. Hay una revelación, dada para siempre en Jesucristo y, por lo tanto, nuestra base es la Sagrada Escritura”, concluyó.
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