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  OBAMACARE

  Los candidatos republicanos apuestan por la abolición de la reforma sanitaria

  27 MAR 2012 | NACHO BOSQUE.

  La reforma sanitaria esta siendo para todos uno de sus grandes caballos de batalla.



• Desde que comenzara la campaña electoral para elegir al candidato republicano a la presidencia todos los candidatos, sin excepción, han censurado la reforma sanitaria del presidente Obama. A pesar de la encarnizada lucha interna que mantienen por concurrir a las elecciones de noviembre no olvidan que, gane quien gane, el rival a batir es el candidato demócrata. La reforma sanitaria esta siendo para todos uno de sus grandes caballos de batalla. Su principal argumento es que los costes superan a los beneficios y provoca una descompensación en el sistema de salud que resulta perjudicial para la sociedad norteamericana.
  “Es una catástrofe que se expande en la economía estadounidense, un dispositivo de costo exorbitante y una nueva ingerencia espectacular en nuestras vidas”, aseguró Mitt Romney, actual líder en la carrera republicana y principal favorito. En la misma línea, Newt Gingrich ha censurado que tras la reforma tiene poder “sobre decisiones fundamentales como la vida o la muerte”.
  Rick Santorum tampoco ha dudado en apoyar la cruzada contra la reforma sanitaria al proclamar que el Obamacare se centra “en la utilidad de cada persona para la sociedad, en lugar de en la dignidad de cada vida humana.Incluso su esposa, Karen, ha acusado al presidente de perjudicar a personas discapacitadas, poniendo como ejemplo a su hija Bella, de tres años de edad.
  Sin embargo, como viene siendo habitual desde que comenzó la campaña cualquier tema es susceptible de convertirse en un arma arrojadiza contra los rivales en la propia campaña republicana.Santorum denunció públicamente que Mitt Romney acometió una reforma sanitaria en el estado de Massachussets, cuando era Gobernador, similar a la que ahora critica. “Él engañó a los votantes”, sentenció Santorum.
  En lo que sí han coincidido todos los candidatos es en prometer que, si alcanzan la presidencia, y finalmente el Supremo no la declara inconstitucional, harán lo posible por abolir la reforma.