Ella es una mujer 10. Un currículum de escándalo: 25 matrículas de honor. La máxima calificación obtenida en todas las asignaturas de Derecho que estudió en la Universidad de Almería. Además, fuepremio nacional fin de carrera al mejor expediente académico en 2001. Dos años después, doctora con sobresaliente cum laude en Derecho Administrativo. Es autora de cuatro libros de autoayuda (dos sobre cómo estudiar y sacar buenas notas). También ha escrito un tratado sobre la Comisión Nacional de la Energía. Un expediente así sería disputado por bufetes y grandes empresas. Pero no por la clase política.
La semana pasada Pilar obtuvo el primer suspenso de su vida. Ha sido suprimida de las listas del PSOE por Almería para las próximas elecciones al Parlamento andaluz.
En la partitocracia triunfan más los codazos en los pasillos que los codos de estudiar. La selección de personal suele realizarse a navajazos en las sedes de los partidos políticos. Como dijo Nietzsche: “Lo que no me destruye me hace más fuerte”. Así se forjan las carreras de nuestros políticos: al eliminar al compañero más preparado se suprime un obstáculo en la propia promoción personal.
Al final sucede lo que todos conocemos: el triunfo de los más torpes, los llamados “profesionales de la política”. Todo el tiempo dedicado a las luchas internas dentro de la organización se lo restan al estudio y la formación. Por eso, muchos de nuestros dirigentes políticos, incluso algunos que han llegado a ser ministros, carecen de titulación universitaria. En los partidos políticos se aplica a la perfección el “principio de Peter”: las poltronas de los cargos suelen terminar siendo ocupadas por los más incompetentes.
Guerra interna
En Pilar Navarro concurrían todos los méritos, aparte de su formación, para triunfar en la política. Afiliada al PSOE desde 2002, había sido concejal en el Ayuntamiento de Almería. En 2008 fue elegida diputada autonómica por esta provincia, siendo durante la última legislatura portavoz de Justicia y Administración Pública y secretaria general adjunta del Grupo Parlamentario del PSOE de Andalucía.
¿Qué ha pasado? Pilar Navarro afirma que “en el PSOE se castiga la inteligencia” y que por eso ella no va en la lista al Parlamento. “Muchísima gente me comentó que con mi currículo estaba loca metiéndome en política. Pensaba que desde dentro se podían hacer cosas”, ha lamentado públicamente la socialista almeriense. “Ni siquiera me han cogido el teléfono; yo no tengo problemas con nadie, lo único que he hecho es trabajar y este es el pago que obtengo”, ha recalcado con tristeza la ex parlamentaria andaluza.
Otras fuentes sitúan su purga dentro de la guerra interna que vive el PSOE de Andalucía entre ‘griñanistas’ y ‘rubalcabas’. Navarro sería, por tanto, víctima de la ley de hierro de los partidos políticos. Norma y costumbre a la que ella se sometió y participó activamente con su militancia. Es aquí donde no demostró mucha inteligencia. Sea lo que fuere, lo cierto es que comparar el expediente de Pilar Navarro con el de otros políticos profesionales produce sonrojo.
No te lo crees ni tú
Luís Roldán fue el primer socialista que infló sus estudios universitarios para triunfar en política. ¡Y vaya si triunfó! Afirmó ser licenciado en Económicas y Empresariales, pero no tenía ni el COU aprobado. Llegó a ser director general de la Guardia Civil. Acabó en la cárcel tras comprobarse que se llevaba hasta el dinero de los huérfanos del benemérito cuerpo. Detrás de Roldán vinieron más políticos tramposos.
Elena Valenciano, vicesecretaria y diputada del PSOE, empezó Derecho y luego se pasó a Políticas. No terminó ninguna de estas dos carreras. La web de la Eurocámara le atribuía dos licenciaturas. Todo era mentira. Ella se justifica ahora diciendo que solo eran estudios.
José Blanco, ex ministro de Fomento y diputado del PSOE (actualmente imputado por el Tribunal Supremo en un presunto delito de tráfico de influencias). Es otro ejemplo escandaloso de político sin formación universitaria. No llegóa terminar segundo de Derecho en la Universidad de Santiago.
Patxi López, lehendakari vasco, cursó Ingeniería Industrial sin acabarla carrera. Tarda en aprender; sus clases de euskera costarán este año 48.211 euros al Gobierno Vasco.
Leire Pajín, ex ministra de Sanidad y actual diputada del PSOE. Su blog en Internet afirma ahora que tiene “estudios” de Sociología; antes se inventó una Facultad: Económicas y Sociología, que no existe, donde afirmó que cursó una licenciatura.
Tomás Burgos. También en el PP surgen los currículos inventados. Es el caso del secretario de Estado de Seguridad Social. Durante tres legislaturas fue “licenciado en Medicina”. La Moncloa ha modificado su referencia en la página web: antes era “médico”, ahora “tiene formación en Medicina”.
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