Doctora en Economía, profesora de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Navarra y madre de nueve hijos,Reyes Calderón (Valladolid, 1961) es además una de las escritoras más leídas de España gracias a títulos como El expediente Canaimao Los crímenes del número primo. Ahora acaba de publicar La venganza del asesino par, en la que vuelve a recurrir a sus entrañables personajes, la juez Lola MacHor y el inspector Iturri, para protagonizar un thriller psicológico, “una novela que no me gusta adjetivar de negra porque tiene una gran carga de personajes. Una novela en la que los hilos conductores son la posibilidad de diseñar un crimen perfecto en el sentido que al término le daría Hitchcock, es decir, para que no te pillen, pero también, desde el punto de vista del criminal, el crimen como arte para saberse el mejor criminal de la historia. Además, también reflexiono sobre si existen los amores verdaderos, los que duran, los que no sienten la necesidad de cambiar de pareja cada poco tiempo”, asegura la escritora.
Valores como el amor y la verdad que, desgraciadamente, no están de moda, pero que ella reivindica porque “uno de los grandes defectos nacionales es mentir incluso en el amor. Muchas veces se dice ‘te quiero’ cuando en realidad lo que se quiere es otra cosa y, al final, lo que realmente dura es el amor y la verdad. Es lo único que con el tiempo nos hace seres humanos”.
"Los números pares no son bonitos. Los impares, sí"
Reyes Calderón se niega a explicar lo que es un asesino par, “para no destripar la novela”, pero aclara que “si existiera el crimen perfecto, el asesino sería par. Me gusta reivindicar los números tontos, que es como se llama a los pares, porque no tienen nada de bonitos frente a los impares, que tienen una fuerte carga emocional y cabalística; y los números primos, que son únicos”.
La venganza del asesino par propone una historia de misterio a caballo entre la intriga, el realismo, la aventura, el humor y los viajes. “Es todo eso reunido y presentado como un todo”. Un todo con distintas visiones de la realidad. “Todo el mundo opina de crímenes, justicia y política porque se habla de ello en la misma clave. Pero al hablar del amor hay distintas visiones. Las mujeres no opinamos lo mismo que los hombres. Y los hombres no opinan lo mismo según estén casados con una señora o busquen ser su amante”, explica.
Tras cinco novelas juntos, sus personajes, Lola MacHor y compañía, son como de la familia: “Tienen una gestación similar al de un hijo. Se gestan durante mucho tiempo y de repente, sin que tú tengas nada que ver, te pones de parto y aparece una criatura que al salir de ti hace lo que quiere. Sí, son ya de la familia”.
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