Moviendo papeles, encontré una serie de artículos escritos allá por los años noventas relacionados con los aconteceres que se producían en la vida misma y en el mundo cofrade en aquel entonces. Algunos de ellos, fueron publicados precisamente en las páginas del desaparecido: "San Fernando Información" de feliz recuerdo cuando se emitía como diario. Y releyéndolos y dejando a un lado la nostalgia y el romanticismo, he observado gratamente, que los mensajes de sus contenidos -todavía siguen vigentes- y con el mismo valor al día de la fecha.
Y sin pretender que este comentario se considere trasnochado y contrario al desarrollo del progreso. Sí, me referiré a algunos aspectos que como ejemplo, ocurre en la moda femenina del vestir en las que pocas cosas básicas han cambiado. Las faldas según la moda se llevan largas o cortas, anchas o estrechas, aparte de su color, pero al fin y al cabo: faldas. Y en el hombre sucede otro tanto. Su uniforme por excelencia sigue siendo el mismo traje de chaqueta con ligeros matices y retoques.
En otras actividades de la vida laboral suele pasar algo parecido con -las denominaciones- las cuales, también siguen vigentes causando los mismos efectos de siempre, aunque con distintos nombres. Y por citar otro ejemplo en este sentido. A la mujer que se dedicaba al servicio doméstico antes se le denominaba chacha, criada o sirvienta. Y ahora -empleada de hogar- término qué desde luego en este caso, suena mejor al referirnos a tan digno oficio. Sin embargo, siguen realizando exactamente las mismas tareas que venían haciendo, que es de lo que se trata. Y lo último y más llamativo como sorprendente es llamarle segmento lúdico a lo que fue el recreo de toda la vida en los centros docentes. Y así podríamos continuar señalando un sinfín de situaciones análogas a las descritas.
Por eso, este largo preámbulo, me lleva a la conclusión de publicar de nuevo, el primero de esos artículos que fueron escritos dirigidos al mundo cofrade para demostrar pese al tiempo transcurrido el argumento de lo que se expone ¡Ah, perdón! porque naturalmente hoy acorde con la actualidad, dicha frase se diría: ‘para poner en valor lo que se expone’.
Uno de estos artículos a los que me he referido titulado: MISIÓN EVANGELIZADORA DE LAS COFRADÍAS, tiene como objetivo enaltecer a la Sagrada Familia, festividad recientemente celebrada en el último domingo del año pasado. Otro motivo añadido que invita a su publicación y reza así:
Las Naciones Unidas consciente del creciente deterioro espiritual de virtudes y valores que atraviesa la Sociedad y por ende la Familia, ha declarado a 1994, Año Internacional de la Familia. Juan Pablo II, viene reiterando de manera sistemática y constante, la imperiosa necesidad de reconducir a esta Sagrada Institución, base y sostén de la Sociedad, al punto que está preparando una Encíclica para abordar la cuestión. La Iglesia toda, se ha adherido a la iniciativa de dicha organización.
Los mensajes no se han hecho esperar en el mundo cofrade y así, recién comenzado el año, el Presidente del Consejo de Hermandades de Sevilla, Antonio Ríos Ramos, publicó en ABC de Sevilla del pasado día 17 un interesantísimo artículo, destacando la misión evangelizadora de las Cofradías y su incidencia en la Familia.
Por otra parte, la Venerable Hermandad Sacramental de los Afligidos de esta localidad, organizaba un importante tríptico de conferencias relativa a la Familia contemplada bajo la perspectiva de mejoras, medios, educación, cultura y como camino hacia la esperanza.
Ante este contexto, es claro que las Cofradías se movilicen, preocupadas por el estado que de la Familia se tiene hoy en el Mundo, donde los valores parecen perdidos. Las Cofradías no tienen como objeto único, el culto externo sino que van más allá a pesar de su fin principal, y en consecuencia; ejercen también desde- con -y por la Iglesia- una misión fundamentalmente evangelizadora acorde con los tiempos.
Pero el fomento de comportamientos que eleven y dignifiquen a la Familia, no es monopolio exclusivo de las Cofradías, es también tarea, deber y obligación ineludible de padres, educadores, escuelas, sociedad, iglesia, estado, asociaciones, etcétera... Porque solamente entre todos; unidos y estrechamente correlacionados, seremos capaces de conseguir la Familia que el hombre necesita y el Mundo desea. El Mundo de mañana dependerá de lo que cada uno de nosotros decida hacer hoy.
Este artículo escrito el 21 de Enero de 1994., es un claro exponente de lo que se manifiesta al principio. Y en él se podrá apreciar pese a los años transcurridos, la vigencia y la palpitante actualidad de su mensaje.
José María Vieytes Beira. San Fernando. Publicado en el semanario local Información el 02.02.14. Y en el blog Sed Valientes por gentileza de Jesús Rodríguez Arias.
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