La manifestación, que desde hace 40 años desfila hacia los escalones del Tribunal Supremo, conmemora el aniversario de la legalización del aborto "a demanda" en el país tras el fallo del Tribuna Supremo en el caso "Roe contra Wade". Su lema oficial este año es "40=55M" en alusión a los 55 millones de abortos que se han realizado en el país desde el año 1973 y esperan que la asistencia supere los 400.000 manifestantes del pasado año.
Desde 2010, más de 100 leyes provida se han aprobado en el país, como la notificación a los padres, el consentimiento informado o la regulación de la legislación de las clínicas abortistas.
Según señala Charmaine Yoest, presidente y director ejecutivo de Americans United for Life, líder en la defensa legal de la vida: "Hay una marea creciente de legisladores provida en todo el país que están abanderando y promocionando la defensa de la vida en la Ley".
Desde Roma, Monseñor Ignacio Carrasco de Paula, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, ha expresado el respaldo que la Iglesia Católica ofrece a esta manifestación, "Estas Marchas por la Vida que tienen lugar a lo largo de Estados Unidos son muy importantes, no sólo para el país, sino para todo el mundo".
Mons. Carrasco de Paula ha explicado que la Iglesia condena el aborto por ser opuesto a los mandatos de Dios y porque tiene un impacto profundamente negativo en las madres. "El aborto no ayuda a las mujeres que necesitan apoyo y se convierte en una fuente de sufrimiento interior", ha denunciado el Obispo.
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