Hassake (Agencia Fides) – Una marcha de solidaridad con las víctimas del secuestro; una manifestación para sensibilizar a la opinión pública sobre el fenómeno de los secuestros; una “asamblea de esperanza” que ha contado con la participación de todos los miembros de la sociedad: cristianos, musulmanes, kurdos, asociaciones y organizaciones no gubernamentales, líderes de las iglesias y jefes de las mezquitas, funcionarios públicos. Según la Información recibida por la Agencia Fides, la iniciativa, que tuvo lugar el jueves 24 de enero en Hassake, capital de Mesopotamia, donde la población civil vive en una situación extrema (véase Fides 17/01/2013), ha sacudido la zona del este de Siria. En la región se vive un precario equilibrio entre las fuerzas de la oposición (incluidas las milicias islamitas), las fuerzas kurdas, el ejército regular sirio, que luchan entre sí. Quién paga el precio del conflicto permanente es la población que ha tenido que salir a las calles - más de tres mil presentes en la manifestación - con pancartas y consignas para pedir “un futuro de paz y esperanza en Mesopotamia”. Los participantes, que han dado vida a la “Asociación de solidaridad con las familias de los secuestrados”, han marchado desde la sede de la Iglesia ortodoxa Siria hasta el Palacio de Justicia de la ciudad, expresando su sufrimiento y sus reivindicaciones. Se ha presentado un memorándum al Procurador de la República, para pedirle que lleve a cabo sus tareas y pidiendo al gobierno local que brinde protección a los ciudadanos inocentes. “El secuestro se ha convertido en un fenómeno cotidiano en las calles de esta ciudad. Los secuestradores no dudan en cometer crímenes en plena luz del día. Hace unas tres semanas, tres hombres armados con sus rostros descubiertos, pararon un taxi y secuestraron a un niño de 10 años, Saeed Afram Aho, mientras iba a la escuela”, explica a la Agencia Fides, el Arzobispo siro-ortodoxo Eustathius Matta Roham, Metropolitan de “Jazirah ed Éufrates” “Desde hace unos seis meses, los secuestros han comenzado a multiplicarse, por obra de algunas bandas”. Hoy, las víctimas son 43 y pertenecen a todos los sectores de la sociedad (cristianos, musulmanes, yazidy, kurdos y árabes), son de diferentes edades y condiciones sociales: niños, estudiantes, médicos, ingenieros, empresarios y gente común. El Arzobispo comenta a Fides: “son momentos difíciles, de miedo y dolor en las familias” además porque los secuestradores, señala, “utilizan formas de tortura con víctimas inocentes, despreciando las virtudes humanas, morales y religiosas, para obtener una rescate elevado”. Un niño, Bashar, fue dejado dos días sin comida ni agua en una celda subterránea, en una granja cerca de la ciudad. “Hoy - explica - muchas familias cristianas han huido en busca de seguridad a países vecinos y al Occidente”. Mons. Matta Roham ha participado en la marcha con los otros dos Obispos de la ciudad, el obispo siro-católico Jacques Behnan Hindo y el Obispo Mar Afrem Nathaniel, de la Iglesia asiria. En este momento de gran crisis, los tres prelados se reúnen regularmente para discutir temas de interés, sociales y religiosos. (PA) (Agencia Fides 28/1/2013)
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