Al escribir esto, estoy oyendo simultáneamente a un reputado ginecólogo, en un centro público, jugándose el tipo y contando la verdad del aborto: no existe un aborto terapéutico, por salud de la madre… es un coladero para justificar el aborto libre. Y una farsa. Y una verdadera chufla, si no se tratara del asesinato de niños.
Y el mismo ginecólogo cuenta que no se pregunta la edad a ninguna chica. Y que no puede coser la herida de un niño en un centro de salud, ni poner un piercing, sin el consentimiento de su padre. Pero sí practicar abortos a niñas menores de edad…
Termina la charla. Lo felicito por su valentía. Seguimos hablando y me sigue contando su experiencia de defensa de la vida. Por ejemplo, que fue obligado a contestar a la Junta de Andalucía un cuestionario sobre si practicaba abortos, cuántos, etc. Y que en la provincia de Cádiz no hay ni un solo colega suyo que practique abortos “legales”. De los ilegales, del coladero, de los que se practican en abortorios, previo pago,de esos hay a porrillo. Ginecólogos de la muerte, con los bolsillos llenos de billetes ensangrentados con la sangre de miles de seres humanos...
Felipe González abrió la puerta. Aznar no quiso atajar el problema. No contentos, los magnates de la industria abortista y los del lobby gay, quisieron en su día presionar a un lamentable Zapatero, que no lo llevaba en su programa, para sacar una ley donde el aborto fuera un derecho nuevo para la mujer. Un “derecho” de ingeniería social, que me recuerda a las ideologías nazis y comunistas. Ideología de género pura y dura. ¡Señores, que la mujer tiene derecho a abortar! Pero el gobierno no tiene obligación de defender al nasciturus. Ni de promover políticas de defensa de la maternidad...
Y decidme, ¿qué conexiones hay entre los “artistas de la ceja”, que auparon a Zapatero a la Moncloa, con ese poderosísimo lobby gay, con el que nos encontramos a diario en tantos medios de comunicación, los mismos que difunden esa ideología de género en series televisivas, noticiarios, producciones cinematográficas, etc.? La misma ideología que destroza a la familia, la que pervierte a la sociedad y a nuestros jóvenes. Y que nos pongan un bozal, como quería poner ese comunista al obispo de Córdoba, que ni así nos callaremos.
Ahora el ministro Gallardón y el gobierno de Rajoy son los responsables de resolver este desastre del aborto. Solo les diré una cosa: es imposible apretarse el cinturón en tantos recortes económicos, y bajarse los pantalones al mismo tiempo, en la claudicación de nuestros principios más básicos: el derecho a vivir de todo ser humano; la defensa de la familia natural; la protección de la maternidad; la libertad de educación… Y no pararemos hasta conseguir la abolición total del aborto: sin plazos, sin supuestos, apoyando valiente y permanentemente a las madres con embarazos imprevistos, y persiguiendo a los magnates del fraude abortista.
En estos días tendremos entre nosotros el icono de la Virgen de Czestochowa, la Virgen polaca ante la que rezaba Juan Pablo II. Se trata de una Peregrinación “de océano a océano” para rezar por la Vida y la Familia. Ella, que es testigo del genocidio del pueblo hebreo y del hundimiento del comunismo. Ella, la Madre, la Mujer vestida de sol, es la que salvará a Europa y al mundo del holocausto silencioso del aborto y la destrucción de la familia. Ese día, todos los providas que participamos en esta lucha, estaremos allí para contarlo. ¡¡ABORTO CERO en el mundo entero!!
Pedro Antonio Mejías,
Delegado de HazteOír-DAV
(Plataforma ABORTO CERO San Fernando)
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