La “hora de la rebeldía”, a la que tanto apuntó durante la campaña el candidato de IU a la Presidencia de la Junta, Diego Valderas, ha comenzado. El auge de los comunistas en Andalucía tras los comicios autonómicos del pasado domingo no sólo extenderá la alfombra del poder a los socialistas de José Antonio Griñán, sino que obligará a los mismos a marcar una mayor distancia con el “modelo neoliberal”, advierten, que defiende el PP en el Ejecutivo de la Nación.
El partido de Cayo Lara pondrá al PSOE como condición sine qua non para sellar una alianza de Gobierno que plantee dura batalla a los populares, apostando por un camino de “resistencia” ante las directrices económicas de la Unión Europea: por el camino de lo que llaman “socialdemocracia consecuente”. Así, instarán a los socialistas a establecer en Andalucía, la comunidad más poblada de España y la cuarta autonomía con mayor volumen de deuda (14.314 millones de euros, el 9,8% del PIB regional), un frente popular que constituya una barricada ideológica ante el reformismo impulsado por el Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, la prensa internacional, en concreto el Wall Street Journal, ya veía ayer Andalucía como una piedra en el camino de austeridad marcado por Moncloa. Antes de estrechar cualquier mano, desde IU quieren que los socialistas sea receptivos con su programa electoral en lo relativo a reconducir cierto entendimiento con el PP en cuestiones de Estado clave sobre la estabilidad económica del país. Así, reclamarán a la candidatura de Griñán que presione al líder de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, para empezar a poner terreno de por medio sobre el acuerdo alcanzado con el PP en la fijación constitucional de un tope para controlar el déficit. En esta línea, Valderas pondrá como requisito fundamental que los socialistas se unan a IU para hacer una oposición más activa en materia de flexibilización del déficit.
Para la tercera fuerza política de la región no es suficiente con que Rubalcaba diese la bienvenida a Rajoy a la “racionalidad económica” por rebajar el objetivo de déficit para este año al 5,8% del PIB (finalmente cifrado en el 5,3%), sino que debe removerse contra este techo de gasto que, según sostiene el propio Lara, es un “un chantaje para satisfacer el interés de los mercados financieros”. La receta de los comunistas, lejos de apretarse el cinturón, pasa por tirar más de la inversión, con una mayor intervención pública en la economía española.
Unas exigencias que también tienen su variable autonómica. Si, desde la Junta de Andalucía, el PSOE se niega a adherirse al pacto firmado por el Gobierno con las autonomías para tranquilizar así a sus socios europeos y a los inversores internacionales, que obliga a las comunidades a no sobrepasar en 2012 el déficit del 1,5%, IU demandará, por su parte, a los socialistas un doble compromiso. No basta con no ceder a este reclamo del Ejecutivo, sostienen, sino que además, Griñán (al que Valderas mandará su programa firmado ante notario) debe comprometerse a que no realizará ningún recorte más en sanidad, educación, dependencia y servicios sociales. Por contra, el candidato del PP a la Presidencia de la Junta, Javier Arenas, había asegurado que si llegaba al Gobierno andaluz, suscribiría al día siguiente el pacto autonómico antidéficit.
En este contexto, y tras las manipulaciones de las cuentas por parte del PSOE, preocupa al Ejecutivo y a su socio preferente que “ahora con el PSOE gobernando en Andalucía no sabremos la verdad de las finanzas”, sentenció ayer el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida. Fue el propio Griñán quien llegó a asegurar hace dos meses que la región cerraría el ejercicio de 2011 con una cifra por encima del 1,4% de déficit, cuando poco después su consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, lo elevó al 3% (Moncloa lo sitúa en el 3,22%).
Otras de las cuestiones que los comunistas pondrán sobre la mesa serán la renuncia de la Junta a más privatizaciones de servicios públicos; el desarrollo de una Ley de Renta Básica e Inclusión Social; una revisión de la Ley Electoral andaluza y un mayor acercamiento a los postulados del 15-M como guiño a la “democracia participativa”. El repunte de la izquierda más escorada en Andalucía ya fue utilizado ayer para calentar la huelga general del próximo jueves. Lara manifestó ayer que, a la vista de los resultados del 25-M, los ciudadanos “han decidido parar el ataque feroz” del Ejecutivo del PP sobre los derechos laborales.
El programa de IU que tendrá que corresponder el PSOE también incluye un impulso de la Memoria Histórica y la “construcción de una comunidad republicana que dé como resultado el cambio de la actual monarquía constitucional por un sistema republicano federal basado en la laicidad”.
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