¡Qué bonita mañana de sábado!
No sé si ustedes les pasa lo mismo, pero a mi me gustan mucho las mañanas de los sábados. Para mi el color del sábado, como si los días tuvieran color, es el verde que es mi color favorito y las mañanas son esplendorosas aunque haga frío o lluvia. Pero hoy no, hoy reluce un sol por esta parte del Sur de España y la temperatura también acompaña. Como sabéis ayer trasnochamos y nos acostamos a las tantas después de compartir mesa y mantel con un viejo amigo. Los mejores momentos de nuestras vidas siempre los identificamos en torno a una mesa. La Santísima Eucaristía se instituyó en una mesa y mediante una cena. La mesa compartida entre afines, amigos, familia crea lazos de verdadera comunión. Los mejores negocios se hacen en la mesa y los mejores acuerdos también.
A lo que iba, para no distraerme, porque quiero compartir con vosotros la energía desbordante, la alegría que me da vivir esta mañana de sábado unido a los que quiero. Ahora dentro de nada nos iremos mi mujer y yo a desayunar y después sobre la una iremos a Misa: Hay que estar en paz con Dios y con los hombres. Después llegaremos a casa y viviremos el hogar en toda su plenitud, con toda su plenitud.
Me dispongo a vivir la mañana de mi día favorito y me encamino a hacerlo, si Dios lo quiere, dentro de un clima de cordialidad, felicidad y plenitud.
Más tarde sigo compartiendo; noticias, reflexiones, colaboraciones, amigos que colaboran en este blog. Más tarde porque ahora voy a disfrutar de esta soleada mañana del sábado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario