domingo, 20 de noviembre de 2011

HALLAR TU PROPIO CAMINO EN LA DIFICULTAD.

Retomar algo donde otro lo dejó es delicado. Cuando se filmó la continuación de "Lo que el viento se llevó", considera la presión a la que estarían sometidos los actores que tenían que recrear los papeles interpretados por Vivian Leigh y Clark Gable. No sólo tenían que conseguir interpretaciones creíbles por sí mismas, sino que eran constantemente comparados con la Escarlata y el Rhett originales.

Nosotros podemos temer dificultades similares. Si reemplazamos a una persona querida y que tuvo que partir bajo condiciones favorables, podemos acabar siendo recordados constantemente que nuestro predecesor hizo las cosas de modo diferente. Y  a la inversa, si la persona fue expulsada, somo conocidos como el que la sustituyó en tal y cual trabajo. En cualquiera de ambos casos, es difícil establecer nuestra propia identidad a la sombra de nuestro predecesor.

La mejor, y única, cosa que podemos hacer cuando nos enfrentamos a una situación así es la de centrar nuestra atención en la tarea que tenemos a mano. No podemos cambiar lo que hizo o dejó de hacer la persona que ostentó el cargo antes que nosotros. Lo único que podemos controlar son nuestras propias acciones.

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