LA BELLEZA DE LA IGLESIA (XXVI)
“Iba ella resplandeciente, en el apogeo de su belleza, con rostro alegre como de una enamorada” Est,5,1
Dicen que había ocultas intenciones
el elegir la fecha de
estas elecciones generales
que celebramos. No lo se. Lo
que sí supongo es que no se
acordaría el Presidente del
Gobierno en funciones, de la
fecha que se celebra hoy:
JESUCRISTO, REY DEL
UNIVERSO. Quizás no es
casualidad. Quizás es la Providencia
la que guía a España
una vez más…
Los tres o cuatros feligreses
que aún me leen me disculparán
por escribir hoy sobre política y crisis,
pero la situación es desastrosa. No sólo por
la crisis económica, no sólo por las familias
sin trabajo, no sólo por las leyes contra la familia
y la vida. Lo es también, y sobre todo,
por la crisis moral que padecemos, por el
ambiente hedonista y relativista que se apodera
de la sociedad española.
Pero hoy es el día de Jesucristo Rey. El Señor
de todos y de todo, el centro del Universo,
por quien todo ha sido creado. ¿Es que acaso
no ha permitido Dios los años de gobierno que
hemos pasado? ¿Acaso creemos que los que a
partir de ahora detenten el poder serán la solución
a todo, también al problema ontológico
de las personas? ¡Cristo es el Rey de las Naciones,
la única autoridad buena y verdadera!
Las demás autoridades lo serán por
“delegación” suya.
Hoy día los católicos ignoramos la abundante
y preciosa doctrina política de la
Iglesia. Es más, tenemos una casi total inoperancia
política, paralizados muchas veces por
falsas doctrinas, a veces extremas: angelismo
(no involucrarse nunca en cuestiones políticas
o sociales) o materialismo (no involucrar
nunca a Dios en estas cuestiones).
El Príncipe de este mundo
estará feliz por esto. Esta
doctrina eclesiástica tiene tres
principios fundamentales:
1. La autoridad viene de
Dios, las leyes civiles han de
fundarse en la ley natural que
proviene de Dios.
2. Las leyes injustas, según
esto, deben ser desobedecidas
y combatidas, aunque hay
un principio de tolerancia y
de “mal menor”, que no debemos
pervertir con intereses
egoístas.
3. La Iglesia es neutral en cuanto a regímenes
políticos, pero afirma el principio de subsidiariedad
del Estado frente al totalitarismo
que también se da en los Estados modernos.
Dice el Card. Ratzinger: “el primer servicio
que presta la fe a la política es liberar al
hombre de la irracionalidad de los mitos
políticos que constituyen el verdadero peligro
de nuestro tiempo… Los cristianos, aún en la
persecución, siempre han reconocido y ayudado
al Estado según sus posibilidades, sabiendo
incluso que habitaban en Babilonia,
`edificad casas y habitadlas...procurad la paz
de la ciudad donde os trasladé y rogad por
ella´(Jer.29,5-7)”.
Con esta luz votaremos. Como cristianos. Es
nuestra obligación. Por supuesto, según dice
la Iglesia, nunca a un partido que promueva el
aborto, la falta de libertad educativa o cualquier
ley injusta. Y sabiendo siempre que Jesucristo,
el Rey y Señor de la historia, está
por encima de toda crisis, ayer, hoy y siempre.
Petrus quînta
FE, POLÍTICA Y CRISTO REY
Pedro A. Mejías Rodríguez
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