Los Santos son personas con un corazón alegre, pero ¿cuál es la fuente de su alegría? Pues ellos mismos nos dan la respuesta. He aquí algunos pensamientos que ellos tenían acerca de la verdadera alegría.
San Juan Bosco
“El demonio no puede resistir a la gente alegre.”
“Mientras conserves la alegría, te alejarás del pecado.”
“Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera.”
Santo Tomás Moro
“Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables, porque serán distribuidores de alegría.”
“La claridad de mi conciencia hizo que mi corazón brincara de alegría”
Madre Teresa de Calcuta
“La alegría es oración, la señal de nuestra generosidad, de nuestro desprendimiento y de nuestra unión interior con Dios.”
“Hay una cosa muy bonita: compartir la alegría de amar. Amarnos los unos a los otros. Amar hasta el dolor.”
San Alberto Hurtado
“La alegría y el dolor es siempre la visita de Dios.”
Santa Teresita del Niño Jesús
“Mi alegría es ser pequeña, permanecer pequeña, así, si alguna vez en el camino caigo, me levanto enseguida, y mi Jesús me toma de la mano.”
“Jesús, no quiero probar ninguna alegría fuera de ti.”
“Mi alegría es cumplir siempre la santa voluntad de mi Jesús, mi único y solo amor. Así, vivo sin miedo, amo el día y la noche por igual.”
San Francisco de Asís
“El diablo se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegríaespiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.”
San Pío de Pietrelcina
“Camina con alegría y con un corazón lo más sincero y abierto que puedas; y cuando no puedas mantener esta santa alegría, al menos no pierdas nunca el valor y la confianza en Dios.”
“Vivan en santa alegría”
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