La ministra Isabel Celaá ha comparecido este martes en la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, donde ha confirmado que el Gobierno de Pedro Sánchez irá a por la educación concertada bajo el pretexto de la defensa de la educación pública.
Desde la llegada el Gobierno, los ataques a la concertada han sido constantes y Celaá ha insistido en que modificarán el artículo 109.2 de la Lomce, que hace referencia al concepto de “demanda social”.
Restar fuerza a la concertada
Concretamente, este artículo establece que la oferta de las plazas escolares se determinará, entre otras cuestiones, por esta “demanda social”, que se traduce en que las plazas de la pública y la concertada variarán en función de lo que pidan los padres. Durante estos años, más padres han pedido plaza en colegios concertados y por ello había aumentado el número de alumnos en estos centros.
El gobierno socialista eliminará este criterio, y la ministra ha asegurado que esta “demanda social” es un “eufemismo para propiciar que la escuela pública pueda ser considerada subsidiaria de la concertada”.
De este modo, Celaá negaba que haya un ataque a la concertada por parte del Ejecutivo y que la modificación de la ley se debe a la “obligación del poder público de garantizar el derecho a la educación de todos los niños”.
Respuesta del Foro de la Familia
Poco después de la comparecencia de la ministra, el Foro de la Familia ha publicado una nota en la que su director general, Javier Rodríguez, denuncia que el Gobierno insiste “en una idea de educación totalitaria, presa del Gobierno, y sin respetar los valores y creencias de todos los ciudadanos, tratando de controlar las conciencias desde las aulas”.
Rodríguez incide en que Celaá “utiliza de manera sesgada el artículo 27.5 de la Constitución Española, confundiendo el deber del Estado de garantizar la educación a todos los ciudadanos con el deber de imponer su modelo”.
¿Educación inclusiva?
“La ministra habla de una escuela inclusiva, de una escuela como ascensor, que opte por la excelencia y ofrezca a todos los ciudadanos llegar a donde se propongan. Totalmente de acuerdo. Pero en esa ‘inclusión’ deben tenerse en cuenta los valores y creencias de las familias. Imponiendo un modelo educativo exclusivo, apartando a los colaboradores leales que hacen posible estos objetivos, se consigue ‘homogeneización’, no inclusión”, agrega el director general del Foro de la Familia.
Desde el Foro de la Familia afirman que “el diálogo que ha anunciado la ministra es algo necesario, y le pedimos que sea un diálogo real, de escuchar a la otra parte y donde se busque el beneficio de los ciudadanos, no la imposición de ideologías y prejuicios”.
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