Si hay un color que predomina en San Pedro cuando el Papa crea nuevos cardenales, ese es sin duda el color rojo. Cada vez que se celebra una ceremonia oficial se puede distinguir rápidamente a los cardenales por el color rojo de sus vestiduras. En realidad, el nombre técnico que se debería utilizar en lugar de rojo es el de escarlata. El color escarlata los distingue como miembros del Colegio de cardenales. Se trata de un color intermedio entre bermellón y carmín y, de hecho, muchos lo denominan color carmesí.
El motivo por el que los cardenales se visten de escarlata es porque simboliza la sangre derramada por Cristo. Los símbolos que se utilizan en la Iglesia católica, ayudan a manifestar mejor la fe. La propia liturgia del Consistorio para el nombramiento de los cardenales, a quienes precisamente por el color que utilizan también se les denomina purpurados, les recuerda que se comprometen a «defender la fe hasta la muerte, hasta el punto de dar su sangre». Antiguamente el rojo púrpura era el color de los trajes de los patricios romanos, cuyo uso después fue reservado al emperador.
El birrete o solideo que llevan en la cabeza (un sombrero con 3 o 4 esquinas rígidas que se usa como parte de la vestimenta litúrgica) es también de color rojo escarlata y representa fidelidad, adhesión, obediencia y entrega al Papa. Se puede decir que el rojo escarlata ha adquirido el valor simbólico de la fidelidad hasta el martirio.
Cuando el Papa coloca la birreta sobre la cabeza del cardenal, pronuncia esta fórmula: «Esto es rojo como signo de la dignidad del oficio de cardenal, y significa que estás preparado para actuar con fortaleza, hasta el punto de derramar tu sangre por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y armonía entre el pueblo de Dios, por la libertad y la extensión de la Santa Iglesia católica romana».
Históricamente los Papas también utilizaban el color rojo en sus vestiduras. Esto fue así hasta que en 1566 el Papa Pío V, como era dominico, decidió seguir llevando el hábito blanco de su orden tras su elección como Romano Pontífice. A partir de ese momento, sus sucesores continuaron con esta costumbre y por este motivo ahora visten de blanco.
Uno de los elementos importantes del traje de cardenal es la banda o cinturón ancho, también roja en seda natural, con reflejos brillantes. En el día a día, los cardenales visten normalmente sotana negra con botones rojos, mientras los obispos llevan sotana negra, pero con botones morados. Cuando acuden a celebraciones especiales suelen colocarse encima un roquete blanco de lino con encaje con o sin puño rojo, esclavina roja de lana y una cruz pectoral, sujeta a un cordón dorado.
Curiosamente a una familia de pájaros que habita en América y que se caracteriza por su color escarlata, se le denomina cardinálidos en honor de los cardenales católicos.
Eva Fernández/COPE
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