El número de nacimientos registrados en España en 2017 es el más bajo de las últimas dos décadas, mientras que el de defunciones es el más alto desde mediados de los años 70
El número de nacimientos registrados en España en 2017 es el más bajo desde 1999, mientras que el de defunciones es el más alto desde 1976. De hecho, España registra más defunciones que nacimientos por tercer año consecutivo.
Además, tiene un saldo vegetativo negativo (nacimientos respecto a defunciones de la población residente, descontando a los no residentes) de 31.245 personas, algo que ocurre por segunda vez en la última década pero de forma mucho más pronunciada. La primera vez fue en 2015, aunque la diferencia fue mucho menor, de 1.976 muertes más.
En total, contando con la población residente y no residente, el número de nacimientos disminuyó en 2017 un 4,5 % respecto al año 2016, mientras que el de defunciones aumentó un 3,2 %, según datos provisionales del INE.
Así, durante 2017 nacieron en España 391.930 niños, con un descenso del 4,5 % respecto al año anterior (18.653 nacimientos menos). Desde 2008, cuando nacieron 519.779 niños (lo que supuso el máximo en 30 años), el número de nacimientos se ha reducido un 24,6 %.
Además, la tasa bruta de natalidad se situó en 8,4 nacimientos por cada mil habitantes, cuatro décimas menos que la registrada en 2016.
El número de mujeres entre 15 y 49 años (en edad de ser madres) se redujo hasta 10,57 millones en 2017. Se mantiene así la tendencia a la baja iniciada en 2009 y que se debe a que ese rango de edades está formado por generaciones menos numerosas nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de los 90. El indicador coyuntural de fecundidad (o número medio de hijos por mujer) se situó en 1,31 en 2017, con un descenso de tres centésimas respecto al valor registrado en 2016.
De los 391.930 nacimientos que tuvieron lugar en España, 75.564 fueron de madre extranjera, lo que supuso el 19,3 % del total (18,5 % en 2016).El número medio de hijos por mujer se redujo tres centésimas entre las madres españolas, hasta 1,25, y dos centésimas entre las madres extranjeras, hasta 1,70.
Edad media de la maternidad
En términos medios, las madres españolas tuvieron sus hijos tres años más tarde que las extranjeras. La edad media a la maternidad de las españolas volvió a retrasarse una décima, hasta situarse en 32,6 años. Por su parte, la de las extranjeras también subió una décima, hasta alcanzar los 29,7 años.
Mientras, durante 2017 fallecieron en España 423.643 personas, lo que supuso un 3,2 % más que en el año anterior. La tasa bruta de mortalidad se situó en 9,1 defunciones por cada mil habitantes, frente a 8,8del año 2016. La tasa de mortalidad infantil fue de 2,75 defunciones por cada mil nacidos vivos. Esta tasa se mantiene por debajo del umbral del 3 por mil desde 2013.
Esperanza de vida
La esperanza de vida al nacimiento en 2017 se mantuvo en 83,1 años (mismo valor que en 2016). Por sexo, en los hombres alcanzó los 80,4 años y en las mujeres se situó en 85,7 años. De acuerdo a las condiciones de mortalidad del momento, una persona que alcanzara los 65 años en 2017 esperaría vivir, de media, 19,1 años más si es hombre y 23,0 más si es mujer.
Por otro lado, un total de 171.454 parejas contrajeron matrimonio en 2017, lo que supuso un 2,2 % menos que en el año anterior. La tasa bruta de nupcialidad disminuyó una décima, hasta 3,6 matrimonios por cada mil habitantes.
La edad media al matrimonio mantuvo su tendencia creciente. Alcanzó los 37,8 años para los hombres y los 35,0 años para las mujeres. En el 17,0 % de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero. Este porcentaje fue del 15,3 % en 2016.
Por su parte, un 2,7 % del total de matrimonios registrados en 2017 correspondieron a parejas del mismo sexo (4.606 matrimonios).
Medidas urgentes
Ante esta situación, el presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, reiteró la urgencia de alcanzar «un gran Pacto de Estado por la Maternidad», que involucre a toda la sociedad española y que «haga frente los desastrosos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística sobre los movimientos de la población española en 2017».
«Los datos son contundentes. España se muere. Y todos miran para otro lado o proponen parches. Es necesario operar, no quedarse en la superficie con nimiedades que ni siquiera cerrarán la herida. La estadística deja claro que no se trata solo de un problema económico. La crisis ya no es excusa para justificar tan pocos nacimientos. Hay otros factores que debemos analizar», apunta.
En cualquier caso, considera necesarias las medidas económicas que animen a los jóvenes a formar su familia y tener hijos, al tiempo que es necesario combatir la precariedad laboral y fomentar la conciliación y la corresponsabilidad… Y acompañar a las familias con medidas que les permitan afrontar los gastos: prestación universal por hijo a cargo, gratuidad de los libros de texto, reducción del IVA en productos de primera necesidad infantil…
Alfa y Omega / EP
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