La catedral de Cádiz abrió el 18 de junio la gran exposición de arte Traslatio Sedis. Durante seis meses, gaditanos y foráneos podrán adentrarse, de manera privilegiada, en la historia de la Iglesia en Cádiz y Ceuta a través de esta exposición, que supone uno de los eventos culturales centrales del Año Jubilar que vive la diócesis en el 750 aniversario del traslado de la sede episcopal de Medina Sidonia a Cádiz, y 600 de la creación de la sede de Ceuta. Una exposición que va más allá del hecho cultural y que, a través de la catequesis del arte, quiere ser una muestra del Evangelio a los hombres de nuestro tiempo y un impulso para emprender el futuro con fe.
La exposición se articula en torno a seis capítulos:
Capítulo I, los orígenes. La fe cristiana en el territorio asidonense. El Obispado de Asidonia.
Capítulo II, la incorporación de Cádiz a la Corona de Castilla. Traslado de la sede asidonense a la ciudad y Obispado de Cádiz.
Capítulo III, el episcopado gaditano. La catedral.
Capítulo IV, clero secular y regular. Parroquias y vida consagrada.
Capítulo V, la religiosidad y caridad de los gaditanos.
Capítulo VI, Ceuta. La fe cristiana en el Estrecho.
Todos ellos suman 91 obras distribuidas en 1400 metros cuadrados a lo largo de las diferentes partes del templo catedralicio: nave del Evangelio, girola, nave de la epístola y trascoro.
A través de este viaje artístico y catequético, podemos recorrer la huella que la vida de la Iglesia ha dejado en la cultura, en el arte y en las costumbres desde sus orígenes, con la evangelización de san Hiscio, uno de los siete varones apostólicos, hasta la actualidad.
Un recorrido que se entrelaza con los diferentes aspectos de la vida socio-religiosa de las diócesis, la incorporación de la ciudad a la Corona castellana y el traslado de la sede, sus obispos así como la influencia y labor de las distintas órdenes religiosas que se han establecido, o incluso han nacido en la diócesis, como el Rebaño de María o el Beaterio de Alcalá. No podían faltar las expresiones de religiosidad y caridad de los fieles a través de las hermandades sacramentales y de ánimas y las hermandades de Semana Santa y de Gloria. No solo Cádiz sino también Ceuta, unida a la mitra gaditana desde 1933, tiene presencia en esta exposición que dedica a la historia de la diócesis ceutí (portuguesa hasta el reinado de Felipe II) su último capítulo.
Un sinfín de obras destacadas
Entre las obras más reseñables podremos contemplar el relicario de san Hiscio de la parroquia de San Mateo de Tarifa, el pedestal romano reutilizado en época visigoda de La Oliva de Vejer, fechado en el 674 y que señala el nombre del obispo Teoderacio junto a la devoción de nuestros antepasados por los santos mártires. También se exponen la Tabla de Diezmos del Museo Catedral así como la venerada Virgen del Rosario, La Galeona, que es la imagen procesional que más kilómetros ha realizado, surcando todos los mares del mundo en los buques de la Carrera de Indias, y la Inmaculada Concepción de Murillo del oratorio de San Felipe Neri. No podían faltar las tallas de los santos mártires patronos de la diócesis, san Servando y san Germán, obra de Luisa Roldán, La Roldana o la magnífica talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Divino Indiano) que se halla en el convento Jesús Nazareno de Chiclana o la representación pictórica de la Virgen de África, patrona de Ceuta.
Parroquias, monasterios, museos y particulares han colaborado a través de la cesión de tallas, pinturas, ornamentos litúrgicos, documentos etc. en esta muestra que marca un hito fundamental en el calendario cultural y jubilar de la diócesis gaditana y ceutí.
María José Atienza
Cádiz
Cádiz
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